Nuestros niños, adolescentes y jóvenes deben y pueden leer más y mejor, no solo a partir de la influencia de la familia sino también del personal docente. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:09 pm
El papel incuestionable del maestro no solo en la enseñanza y evaluación de la lectura sino también en el aprovechamiento de las posibilidades de su profesión para motivarla como arsenal de conocimientos, reflexiones, sano esparcimiento y cultura en general, fue resaltada por el profesor Juan Ramón Montaño en la conferencia inaugural del Taller Científico La motivación de lectura en niños y jóvenes, inaugurado este martes en el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello.
Nuestros niños, adolescentes y jóvenes deben y pueden leer más y mejor a partir de la influencia de la familia, y también en la medida en que el personal docente que con ellos se relaciona aproveche más las potencialidades del ámbito escolar y los acerque a la lectura como un ritual de creación y amor, insistió el profesor.
El consumo literario de adolescentes y jóvenes cubanos, la promoción de la literatura infantil desde la televisión y otros espacios mediáticos y la responsabilidad del personal docente en la formación y consolidación del hábito de lectura fueron algunos de los temas debatidos en el Taller.
Los educadores, bibliotecarios, sociólogos y comunicadores que a él asisten dirigen su mirada hacia las fortalezas y deficiencias visibles en el proceso de motivación de la lectura desde los niveles escolares y comunitarios, y reflexionan en torno a las acciones que podemos desarrollar para su perfeccionamiento, explicaron Anette Jiménez y Yeisa Beatriz Sarduy, coordinadoras del evento e investigadoras del centro.
Se trata de que este espacio inspire la participación cultural no desde el consumo literario individual, sino desde el fomento de iniciativas que permitan mejorar las condiciones sociales de vida y recuperar la creatividad colectiva», enfatizó Elena Socarrás, directora de la institución.