Un total de 750 entidades serán auditadas en esta ocasión. Autor: Roberto Morejón Guerra Publicado: 21/09/2017 | 05:07 pm
Como una verdadera práctica de vocación y ética puede considerarse la inclusión de cerca de un centenar de estudiantes universitarios de Contabilidad en la VI Comprobación Nacional del Control Interno, que se desarrollará del 25 de abril al 31 de mayo en todo el país.
La Contralora General de la República, Gladys Bejerano, sostuvo en conferencia de prensa que los jóvenes no se integran por necesidad de fuerza de trabajo, sino como una forma de estimular la vocación, el sentido de responsabilidad y la moral que debe caracterizar a quienes se desempeñen en funciones de control administrativo.
Agregó que es preciso desterrar la idea de que el control es una rutinaria labor burocrática, pues la esencia está en el método y la actitud que se adopten frente a la administración.
Debemos extender la concepción de que con el control no solo se combaten la corrupción y otros lamentables fenómenos; también se logran mejores resultados en beneficio de la economía y la sociedad, sostuvo.
La comprobación, que se hará en medio del diseño del nuevo sistema de control interno, se extenderá a la actividad presupuestada y los sectores empresarial y bancario.
Examinará el trabajo de los primeros meses de 2011 en diez indicadores relevantes. Entre estos se encuentran la marcha del proceso de fusión y traspaso de empresas, las inversiones, la ejecución del plan y el presupuesto y la evolución de las experiencias de las llamadas guías de autocontrol.
En esta oportunidad serán auditadas 750 entidades de la nación —35 por ciento de subordinación local—, que no fueron objeto de análisis parecidos en los últimos meses del pasado año y lo que va del corriente. La revisión será realizada por más de 3 000 auditores.
Según la vicecontralora general de la República, Alina Vicente Gaínza, las comprobaciones anteriores evidenciaron que las principales debilidades se localizan en el control de los activos fijos y tangibles; cuentas por cobrar y por pagar vencidas y sin la debida documentación; faltantes en inventarios y en los efectivos de caja; la ocurrencia de operaciones comerciales sin la adecuada contratación y deficiencias en las nóminas de personal.