Los homenajes recibidos por mi 80 cumpleaños me han emocionado y llegado a lo más íntimo de mi espíritu. A su vez, ellos me incitan a exponerles brevemente un mensaje a todos los que vivirán bien entrado el siglo XXI.
No es exigible que todos los seres humanos sepan hacer política como tampoco lo es que sean médicos, ingenieros, abogados o de cualquier otra profesión, pero sí es imprescindible que quienes se dediquen a hacer política profesionalmente posean la cultura necesaria y la capacidad indispensable para ejercerla.
Por eso, siguiendo las ideas de Martí, podemos subrayar que a la vocación de hacer política, especialmente en los revolucionarios, deben añadirse dos cualidades: ser radical y ser armonioso y además, desde luego, poseer una cultura general integral que postuló José Martí.
En estos días de recuento y homenajes he pensado mucho en todos los que han dado su vida y su trabajo por la Revolución y ya no están entre nosotros. Para ellos el recuerdo emocionado junto al compromiso permanente a continuar trabajando en las ideas de hacer política de Martí y de Fidel, que es lo más importante que he aprendido de ellos.
Fraternalmente, Armando Hart Dávalos
18 de junio de 2010