SANCTI SPÍRITUS.— El maíz transgénico gana terreno en esta provincia, a partir de una estrategia dirigida a sembrar alrededor de 200 caballerías con el objetivo fundamental de sustituir importaciones en la elaboración de pienso.
Los campesinos incluidos en este programa encuentran respaldo en producciones anteriores desarrolladas en el territorio espirituano para la obtención de semillas, según informó la subdelegación de Cultivos Varios en Sancti Spíritus.
El suministro de agua con los medios de los productores se muestra como alternativa para contrarrestar la inestabilidad con el riego, especialmente en el momento de floración, cuando más lo demanda el cultivo.
Se han desarrollado acciones de capacitación dirigidas a minimizar la desmotivación de algunos campesinos hacia el nuevo producto, más apegados al maíz tradicional.
En las labores de adiestramiento se han transmitido las formas de aplicación de los herbicidas y los procedimientos para obtener los resultados que avalan esta tecnología.
Por sus modificaciones genéticas el maíz transgénico sembrado en Sancti Spíritus resulta más resistente ante plagas como la palomilla del maíz y la aplicación de herbicidas.
Recientemente en la Empresa Valle de Caonao, en Yaguajay, se desarrolló la primera plantación de este tipo de producto en la provincia. La variedad sembrada en esta zona no implica modificaciones esenciales a la planta ni a la mazorca, declaró Raúl Armas, máster en Biotecnología Vegetal en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología en territorio espirituano.
Añadió el investigador que el cultivo mantiene sus valores nutritivos y el sabor. En las nueve caballerías involucradas en esta experiencia inicial se duplicaron los resultados del maíz convencional, incluso donde el manejo no alcanzó el rigor que demanda el cultivo.
Según informan expertos de la provincia, aunque este producto pude ser consumido por los seres humanos, en estos momentos la prioridad radica en la elaboración de pienso animal, altamente costoso para el país.
El primer cultivo transgénico en el mundo se sembró en 1994, pero ya en 2008 se estimaron en alrededor de 120 millones las hectáreas cubiertas con este tipo de plantación, fundamentalmente de soya, maíz y algodón.
En el caso del maíz, mundialmente se calcula que ya el 22 por ciento de la cosecha se obtiene a partir de la ingeniería genética, sobre todo en Estados Unidos, Canadá, Argentina y Sudáfrica, líderes en la exportación del grano.