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El asma constituye un problema de salud importante en Cuba y es la enfermedad crónica más frecuente en niños y adolescentes, se dio a conocer este martes en el coloquio Asma: de la morbilidad a la prevención, realizado por el Grupo nacional de atención integral al niño y adolescente asmático.
La doctora Dania Fabré Ortiz, coordinadora de dicho grupo, reveló a este diario que aunque la mortalidad por asma en niños no es un problema en nuestro país, sí se trabaja para reducir su morbilidad, o sea, la severidad de la enfermedad, y para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
«El Grupo nacional de atención integral al niño y adolescente asmático se fundó en el año 2005 —explicó—, orientado por la dirección nacional del programa materno infantil, con el objetivo de individualizar la atención del menor dentro del resto de los enfermos asmáticos.
«Tratamos sobre todo de mejorar su estado de salud: de que puedan ir a la escuela, participar en actividades de la familia, dormir bien —lo cual muchas veces no hacen porque se despiertan con tos—; que puedan hacer Educación Física y jugar como sus compañeros. Cuando no pueden desarrollar esas actividades los pequeños se frustran y a veces tienen sentimientos de minusvalía».
Según la doctora Fabré, uno de los logros del Grupo nacional de atención integral al niño y adolescente asmático ha sido la creación, en 1997, de una escuela para estos pacientes, cuyo objetivo es su educación y la de sus familiares, profesores y profesionales de la salud.
«La escuela radica en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, y el curso se imparte en la etapa de receso docente. Aquí se les enseña a esas personas qué es el asma, por qué se produce, cuáles son los cambios que ocurren en el pulmón durante la crisis, qué medicamentos usar…
«Esta actividad forma parte de la estrategia asumida por nosotros, que establece que la educación es un pilar fundamental en el tratamiento del asma. Sabemos que aunque el enfermo posea los mejores medicamentos, si no tiene un adecuado conocimiento, si la forma en que lo usa no es la orientada, la medicina no surte efecto.
«El mejor ejemplo que puedo citar es el de los fármacos que se toman por vía inhalada, que a pesar de ser los más idóneos, son con frecuencia mal empleados por el paciente —incluso muchas veces no se le enseña cómo usarlos—. Y si la técnica no es la correcta, el remedio no llega al pulmón».
El Día Mundial del Asma se celebra los primeros martes de mayo, bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud, desde 1998.
