El pueblo de Ecuador jamás podrá olvidar las múltiples acciones de Cuba, que devuelven la esperanza a seres que estaban condenados al olvido en el sureño país, consideró en La Habana el médico ecuatoriano Pablo Eduardo Maldonado.
En entrevista con Prensa Latina, el especialista en pediatría afirmó que el internacionalismo de Cuba es ejemplo ante el mundo y por ello hoy esta isla está más acompañada que nunca, la ayuda que diseminó por doquier no ha sido en vano.
La presencia de médicos cubanos en parajes donde la atención de salud era bien poca o nunca existió, despertó gran simpatía entre la población y respeto en los profesionales del sector. «La solidaridad cubana con Ecuador es una maravilla», enfatizó.
Al inicio de las misiones médicas en el país, sus colegas sintieron cierto resquemor, porque lo entendieron como una amenaza a su estabilidad laboral, pero eso ya ha ido cambiando, agregó el galeno de los servicios de Urgencias del Hospital pediátrico Baca Ortiz, en Quito.
La Misión «Manuela Espejo» es prueba de cuánto se puede avanzar juntos hacia objetivos sublimes por el bienestar de la población con hechos, no con discursos que se los lleva el viento.
Con el respaldo del vicepresidente Lenin Moreno, las Fuerzas Armadas y otras instituciones del Estado, comenzó la atención de los discapacitados ecuatorianos, sectores de nuestra población olvidados y desatendidos, confinados a doble castigo, por su enfermedad y la pobreza, asintió Maldonado.
Las autoridades sanitarias en mi país —precisó— carecen de especialistas en genética y para ello es indispensable la valiosa ayuda de los expertos cubanos, por el amplio desarrollo alcanzado en esta materia.
En la actualidad se realiza un censo, casa por casa, en todas las regiones del Ecuador para realizar un levantamiento de los inhabilitados y asombra la triste realidad que descubren los expertos de la mayor de las Antillas —atestiguó Maldonado.