La doctora Yennis Matos y la enfermera Yamileydis Azahares visitan a un paciente en Farallones, Moa. Autor: Héctor Carballo Hechavarría Publicado: 21/09/2017 | 04:54 pm
FARALLONES, Moa, Holguín.— Teresa Ricardo tiene 38 años de edad y hace más de 28 semanas recibió junto a su esposo el alegrón de estar nuevamente embarazada. Además de por su edad, ella posee riesgos obstétricos a causa de padecimientos de asma e hipertensión.
Teresa vive en el intrincado caserío de La Tinaja, a unos 33 kilómetros de la ciudad cabecera del municipio de Moa, cuyo territorio está cubierto de montañas en un 78 por ciento.
Pero ninguno de estos inconvenientes se interpone en los sueños de Teresa.
Ella hoy es una de las cuatro gestantes que reciben seguimiento en el hogar materno ubicado en el no menos apartado poblado de Farallones, considerado la capital del Plan Turquino moense, junto a 11 lactantes y sus respectivas madres, todos al cuidado de las jóvenes galenas Yennis Matos Domínguez y Yanet Oquendo Aillón, ambas oriundas de la ciudad de Moa.
Cada 15 días se alternan en el consultorio médico del lugar como garantía del funcionamiento de la atención primaria y del Programa Materno Infantil (PAMI) en la provincia. Durante ese tiempo se comunican con sus familiares por teléfono.
La fría mañana ofrece una cálida tregua al frisar el mediodía. La doctora Yennis, de 24 años de edad, y la enfermera Yamileydis Azahares, aprovechan para visitar a Yanet Cobas y a su hijo Osmel, de 17 meses, quien recién debutó con irritaciones en uno de sus ojos.
«Ellos viven al cantío de un gallo», aseguró jocosamente Yennis antes de partir en una travesía hacia un boscoso paraje colmado de peñascos, cavernas y varios cruces del río Moa.
Nos dirigimos a un sitio nombrado Las Cuevas, primero, sobre la motocicleta del delegado del Poder Popular, luego caminando. «A caballo es casi un lujo», apuntó Yennis, quien nos asegura que habitualmente hace su «terreno» a pie.
Los pacientes bajo su responsabilidad suman 629. Entre sus novedosas experiencias, la doctora menciona el seguimiento a un menor con padecimientos del síndrome de West, una dolencia con síntomas parecidos a la epilepsia.
Lo cierto es que la esmerada labor del personal médico holguinero durante 2009 tuvo a fines del pasado año su mejor recompensa: la tasa de mortalidad infantil de la provincia fue de 3,5 por cada mil nacidos vivos, la más baja del país.
De tal suerte, 13 326 nuevos holguineros vieron la luz en 2009, 199 más que en el año anterior. Solamente en los cinco municipios comprendidos en el área del Plan Turquino nacieron 551 infantes. La tasa de mortalidad infantil fue de solo 1,8.
Montañas saludables
Un denominador común entre los territorios de Cueto, Mayarí, Frank País, Sagua de Tánamo y Moa son sin dudas sus montañas, pero también sus satisfactorios indicadores de salud.
En una zona de salud donde residen más de 1 800 habitantes, el hospital rural Camilo Cienfuegos, en el asentamiento de Arroyo Seco, en el municipio mayaricero, destaca también como un puntal del PAMI.
La unidad asistencial cuenta, entre otras prestaciones, con servicios de Rayos X, laboratorio clínico, ultrasonido, electrocardiograma y salón de estomatología. Por si fuera poco, una moderna ambulancia destinada al lugar respalda la transportación de los pacientes.
Por varios años consecutivos, tanto la mortalidad infantil como la materna se han mantenido en cero en un área que comprende, además, a los asentamientos de Jicotea, Las Cuevas, Cuatro Veredas y Calunga, dotadas con consultorio del médico de la familia. Son en total 136 trabajadores de la salud.
La doctora Enni Obregón Batista, directora del citado hospital, señaló entre las estrategias que favorecen tales resultados la profilaxis en la prematuridad y la atención perinatal a quienes poseen alto riesgo.
«Para asegurar mejor su alimentación, todas nuestras embarazadas se vinculan a las entidades agropecuarias de la zona, en tanto, para garantizar el parto, se trasladan al llano, luego de las 37 semanas», agregó.
Amor engendra maravillas
Para la joven doctora Catherine Chibás Pérez, al frente del PAMI en la provincia de Holguín, tales logros del personal de la Salud en el lomerío son fruto de la superación constante y del amor que sienten por cuanto hacen.
«El seguimiento a la gestante se ha perfeccionado con el funcionamiento de equipos multidisciplinarios en todas nuestras áreas de salud. Las embarazadas reciben 12 controles prenatales durante el embarazo, incluido asesoramiento genético. Eso nos permite identificar los riesgos de modo temprano y asegurar un tratamiento individualizado.
«Es de destacar que este es un personal en su mayoría joven, el cual realiza su labor en condiciones a veces adversas, en comunidades aisladas, lejos de sus familiares, y que se distinguen dentro del sector por sus resultados cada año», reconoció la especialista.
Extasiada por la belleza de las pintorescas elevaciones que pueden verse desde su ventana, la doctora Yennis rememoró su primera noche en el consultorio del lugar. «Llovió y tronó como hacía rato no veía. Afuera había un concierto de ranas y yo en lo único que podía pensar era en que me vendrían a buscar para ver a algún paciente.
«Por la mañana, unos pioneros pasaron por aquí y me regalaron flores. Así se me olvidaron los temores. Hoy pienso que ha sido una gran suerte que me designaran para trabajar en Farallones», sentenció con orgullo la joven doctora.