El apoyo social al restablecimiento de la disciplina, incluso de la decencia, en el pago del transporte público, fue recabado por directivos del sector en la capital del país, donde prolifera la evasión de este indeclinable deber ciudadano.
«Es un hecho que el pago mediante la alcancía tiene más difícil control debido a que no hay comprobantes. Sabemos que no es la manera idónea, pero significaba la alternativa más viable ante el deterioro de la figura del conductor. Por eso es esencial que exista una mayor conciencia social», manifestó el director de Pasaje en la Dirección de Transporte de Ciudad de La Habana, Yuri González, en un encuentro con la prensa.
«La alcancía en los ómnibus urbanos es actualmente una necesidad, y el importe del pasaje es un deber que ha de respetarse», enfatizó.
«Es importante no olvidar que, para nuestro sector, el pago está estrechamente relacionado con los resultados; por tanto, si se evade se afecta el salario de todos los trabajadores, no solo del chofer, sino también de los técnicos y operarios, y de todo ese personal de cierto modo anónimo que integra el sistema de transporte capitalino. Igualmente se resiente el mantenimiento de los vehículos por falta de presupuesto», agregó.
Como una tendencia destacable mencionó la reacción de una parte de los pasajeros, quienes han comenzado a criticar públicamente a quienes evaden el depósito del dinero en las alcancías.
A propósito de los hechos vandálicos que tanto han afectado también al sistema de transporte en la ciudad, el funcionario explicó que, si bien ha habido una reducción del número, no lo ha habido en la gravedad.
«Este es un asunto pendiente que debe resolverse, prevenirse, y para lo cual es esencial una acción multifactorial de los organismos de masas, la interacción entre todos los actores sociales, incluyendo la prensa y la labor educativa de las escuelas con el propósito de crear una conciencia ciudadana que evite incurrir en medidas penales con los infractores», apuntó.