La boina de Ernesto Che Guevara, el farol de Manuel Ascunse Domenech y la réplica del Machete de Antonio Maceo presidieron la sesión plenaria del Congreso.
La réplica del machete de Antonio Maceo, la boina de Ernesto Che Guevara y el farol de Manuel Ascunce Domenech abandonaron por unas horas sus lugares en las vitrinas de los museos para presidir la sesión plenaria del XI Congreso de la FEEM.
No se trata de símbolos fríos, sino la representación de entrañables ejemplos a seguir para nuestros estudiantes, seguros de que las raíces son las que hacen fuerte al árbol, y de ellas se nutre para crecer.
Los estudiantes de la Enseñanza Media dedicaron su Congreso al Che, cercano a su 80 cumpleaños. Y seleccionaron como delegados de honor a Fidel y Raúl, José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros; los Comandantes de la Revolución Juan Almeida Bosque, Ramiro Valdés y Guillermo García; los miembros del Buró Político del PCC Esteban Lazo y Ricardo Alarcón; y los cinco héroes prisioneros injustamente en cárceles de los Estados Unidos.
La FEEM tiene sus primeros antecedentes en aquellos valerosos jóvenes de la segunda enseñanza que, unidos al pueblo y al Movimiento 26 de Julio, se manifestaron contra el régimen que oprimía a los cubanos.
Al triunfo de la Revolución, también los estudiantes engrosaron las filas de la vanguardia, tomaron la cartilla y fueron a alfabetizar, calzaron las botas en las tareas agrícolas y empuñaron el fusil para defender la Patria en las arenas de Playa Girón.
Heredera de ese legado histórico surge, en 1971, la FEEM. Hoy representa a 530 000 estudiantes, y aunque asume desafíos diferentes continúa con la misma misión: garantizar el futuro, preservando las conquistas y cumpliendo las tareas del presente.