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Grabado Cristo ante Pilatos. El grabado «Cristo ante Pilatos», obra del afamado pintor húngaro Michael Munkacsy, obsequiado por José Martí a su amigo mexicano Manuel Mercado, se encuentra en exhibición en la Sala 2 del Museo Fragua Martiana.
Ese importante grabado —probablemente uno de los pocos que quedan en el mundo actualmente— fue donado a la Fragua por Ernesto Mercado, hijo del gran amigo del Apóstol, quien en una etapa de su vida decidió residir en La Habana, donde se vinculó con el gran martiano Gonzalo de Quesada y Miranda, hijo del conocido Gonzalo de Miranda y Aróstegui, secretario personal del Maestro.
Ernesto Mercado en una ocasión memorable dictó en La Habana una conferencia sobre sus recuerdos en torno a Martí, y se refirió en particular a la citada obra del artista húngaro que expuso sus pinturas originales en Nueva York, donde el Apóstol las conoció y admiró.
Según explicaron al diario los licenciados en Historia y en Historia del Arte, Regino Sánchez Landrián y Axel Li Cabrera, respectivamente, esa obra tuvo al inicio un sentido promocional y la virtud principal que encierra hoy es que el Maestro se la envió a Manuel Mercado desde Estados Unidos a México.
«El Epistolario martiano da cuenta de la gentileza y la cortesía que tuvo José Martí, quien escribió dos crónicas críticas en torno a esa obra, una de las cuales aparece en las Obras Completas, donde elogia el óleo original», comentó Axel.
«Como obra seriada, hecha a partir de una pintura original, este cuadro que exhibe al público la Fragua tuvo color, aunque con el paso del tiempo ha envejecido, pero la obra está ahí y es la legítima que Martí le regaló a Manuel Mercado. Su hijo Ernesto, de quien no se ha hablado lo suficiente todavía, la donó a la Fragua antes de sentirse enfermo y morir en nuestra patria», argumentó Regino.
