Datos irrebatibles muestran el avance de Cuba en todos los campos, entre ellos ubicarse hoy como uno de los países de menor mortalidad infantil y de mayor esperanza de vida del mundo.
Con una mortalidad infantil hasta julio del 2006 de 5,56 por cada mil nacidos vivos y una esperanza de vida de 77 años, Cuba rebasó índices similares del conjunto de los países más desarrollados del mundo.
Estas cifras fueron analizadas por el Presidente cubano Fidel Castro en discurso pronunciado en la oriental provincia de Granma, en el acto por la celebración del 26 de julio, aniversario 50 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, que iniciaron la lucha contra la dictadura batistiana que culminó con el triunfo de la Revolución en enero de 1959.
Fidel citó como ejemplos que en lo que va de año en la Isla nacieron más de 51 633 niños, once por cada mil habitantes, y que el 99 por ciento de los partos fueron en instituciones de Salud.
Al respecto explicó que en el año 1970 solo el 91,5 por ciento de los partos eran institucionales, y enfatizó en el hecho de que en los últimos cinco años el 99 por ciento de los nacimientos ocurrieron en instituciones de salud, con garantía de tratamiento especializado para la madre y el niño.
Igualmente explicó que hasta el 23 de julio de este año la mortalidad infantil fue de 5,56 por cada mil nacidos vivos, un dato superior con respecto a ese mismo día del pasado año, cuando era de 6,4 por cada mil nacidos vivos.
«La diferencia de 0,8 por ciento significa 85 niños más ganados para la vida», explicó, y agregó que en 1953, año en que se inició la lucha contra la dictadura de Batista, la mortalidad infantil era de 118 por cada mil nacidos vivos.
El presidente cubano también argumentó que la tasa actual de 5,6, significa que por cada mil niños nacidos vivos 994 alcanzaron el primer año de vida, algo que contrasta con igual dato de 1970, cuando por cada mil niños nacidos vivos 956 infantes alcanzaban el año de edad.
«En los últimos cinco años por cada mil nacimientos, 992 niños alcanzaron la edad de cinco años, comparado con el 1970 que era de 956», explicó.
Fidel también enfatizó que siete provincias de Cuba — Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Ciudad de La Habana, Camaguey, Holguín y Granma— tienen cinco o menos de mortalidad infantil, y que las más bajas, de 4,08 y 4,0 respectivamente, corresponden a Holguín y Granma.
Además agregó que la tasa de mortalidad de Ciudad de La Habana es de 4,5 por cada mil nacidos vivos, «algo que se ha logrado en esa ciudad antigua, con grande problemas, alcantarillados viejos».
«Le podríamos preguntar a busecito —en referencia al presidente norteamericano— cuál es la mortalidad infantil en la capital del Imperio», ironizó Fidel, quien insistió en que «es importante decir esto para demostrar sus mentiras. Decir estas verdades, porque con la verdad se hizo esta Revolución y con la verdad se ha defendido durante más de cincuenta años».
En otros datos referentes a la salud pública hoy en Cuba, el líder de la Revolución explicó que la mortalidad infantil por malformaciones congénitas era de 3,8 por cada mil nacidos vivos en 1970, cifra que ha ido disminuyendo paulatinamente, pues en el año 2003 esta tasa fue de 1,9 por cada mil nacidos vivos, en el 2004 de 1,7, en el 2005, 1,5 por mil y hasta julio del 2006 es de 1,3 por cada mil nacidos vivos.
«Estados Unidos, España, Italia, Portugal, Alemania, Finlandia y Holanda, tienen índices superiores a los nuestros. La provincia de Granma, por citar un ejemplo, posee la tasa de mortalidad infantil por malformaciones congénitas más baja del país, con 0,4 por cada mil nacidos vivos», expresó.
Igualmente insistió en que de los niños nacidos este año con malformaciones congénitas, 44 se salvaron con intervenciones de cirugía cardiovascular y 35 por cirugía neonatal.
«Son operaciones delicadas, pero el nivel de confianza en nuestros médicos es tal, que se decide que nazcan pues con estas intervenciones se salvan», explicó.
«Esto no es casualidad. Y solo estamos empezando. Nos falta muchísimo por nacer».
Sobre la esperanza de vida también los datos son alentadores, dijo Fidel, pues existen servicios de cardiología en todos los policlínicos del país, y se están creando las condiciones para instalar los equipos que faltan.
Al respeto, explicó que por eso se lleva a cabo una reconstrucción de estos centros, y comparó esta situación con lo que sucedía en Cuba en los años 1950, cuya esperanza de vida era entonces de 56 años, mientras que en los países desarrollados para esa fecha era de 63 años.
Actualmente —afirmó— que la esperanza de vida en Cuba es de 77 años, superior a la que se estimó en el quinquenio 200-2005 para los países desarrollados que era de 75,2 años.
Es que acaso es una violación de los derechos humanos, se preguntó, que la esperanza de vida en Cuba sea 1,2 años más que el promedio de los países desarrollados.
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