Carlos Linneo Errores del sabio naturalista sueco Carlos de Linneo (1707-1778) se descubren en una carta en latín escrita hace más de dos siglos y traducida al español en 2005 por Amaury B. Carbón Sierra, profesor de la Universidad de La Habana.
El raro documento, publicado en La Habana en 1798 por la Imprenta de la Curia Episcopal, se halló en los fondos de la Biblioteca Central Rubén Martínez Villena del alto centro docente capitalino, y su traducción aparece en la última revista de la Biblioteca Nacional José Martí.
Es la misiva del botánico real de Zaragoza, Baltasar Manuel Boldó,
dirigida a Tomás Manuel de Villanova Muñoz y Poyanos (1773-1802), médico, físico, matemático y profesor de Botánica de Valencia, España.
La epístola describe y rectifica la clasificación hecha por Linneo de una planta indígena denominada Villanova, en alusión al mismo destinatario.
El remitente, cuyos estudios predilectos fueron la Botánica y el análisis de las aguas medicinales, era miembro del Jardín Botánico de Madrid y de la Academia de Buenas Letras de Barcelona.
Boldó acometía entonces en nuestro territorio la Plantarum Cubensium Historia (Historia Natural de la Isla de Cuba), que al parecer no llegó nunca a publicar.
La referida planta se incluyó en la colección cubana «sin atrevernos a apartarnos ni una uña de los criterios del famosísimo Linneo», dijo Baltasar Manuel, quien no quería que apareciera ni una sola pifia en su investigación.
Expresó que quizá el naturalista sueco tomó «prestada» la descripción genérica y la específica, de otros notables botánicos que recorrían islas vecinas, y afirmó: «me atrevería a asegurar que es bastante probable que nunca él tuviera en sus manos una muestra viviente».
Su descripción no fue completa y sí la de Casimirii Gomezii Ortegae (Ortega) en su Descriptionem Decades, pues este vio la planta viva, la observó con mucha atención, la describió elegantemente y la enriqueció.
Las corolas llamadas por él «hermafroditas» se denominan «Pentandria»; las anteras son cuatro y no cinco; no mencionó el sabio ningún estigma, cuando existen permanentemente; y las semillas las desarrolla como «simples» y son «corniculadas».
Por otra parte la planta no fue descrita hasta sus caracteres genéricos. Por eso la considera Polígama y no Monoica y perteneciente a la clase de la Syngenesia.
«Como sus caracteres no se corresponden con ningún nombre de los existentes hasta ahora, con razón debe designársele con uno genérico. Por tanto, el de Villanova atribuido a ti mismo por el muy erudito Ortega, debe ser conservado inviolablemente y dejar de ser en el futuro del género Parthenium. La edad futura debe conocer tus supremas virtudes a través del monumento de esta planta consagrada por tu amigo. Salud. La Habana, 30 de abril de 1798».