La tecla del duende
Un teclero desconocido, como el tiempo que nace, llega a la columna con su regalo de rey sabio. Es una fábula, de las que circulan por la red, siempre antiguas y siempre nuevas para encarar los vientos del día a día. Ahí les va...
Hubo una vez un hombre que tenía cuatro hijos, y buscaba que aprendieran a no juzgar las cosas tan rápidamente. Entonces los envió a cada uno, por turnos, a ver un árbol de peras que estaba a una gran distancia.
El primer hijo fue durante el Invierno; el segundo, en Primavera; el tercero, en Verano, y el hijo más joven, en el Otoño.
Cuando todos habían ido y regresado, él los llamó y, juntos, les pidió que describieran lo que habían visto. El primer hijo mencionó que el árbol era horrible, doblado y retorcido. El segundo dijo que no, que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas. El tercero no estuvo de acuerdo, y argumentó que estaba cargado de flores, que tenía aroma dulce y se veía muy hermoso, lleno de gracia. El último de los jóvenes no coincidió exactamente con ninguno de sus hermanos: explicó que el árbol estaba maduro y marchitándose de tanto fruto.
Entonces el hombre aclaró a sus muchachos que todos tenían la razón, porque ellos solo habían percibido una de las estaciones de la vida del árbol.
Así —les aconsejó—, no deben de juzgar a un árbol, o a una persona, o a nada, con solo ver una de sus temporadas; pues la esencia, su rostro más definitivo, puede ser solo dibujado al final, cuando todas las estaciones han pasado. Si te das por vencido en el invierno, habrás perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano y la satisfacción del otoño.
Con un total de 61 trabajos mientras redactamos estas líneas, cerró nuestro concurso de cine. En próximos teclazos, los resultados; y en la tertulia especial del 12 febrero, la premiación.
Magia, monólogos y hasta una obra representada por los propios tecleros armaron la fiesta de fin de año de los duendes de Florida, Camagüey, en la casa de cultura del municipio.
Y este sábado, las tertulias de Bayamo, Holguín, La Habana tendrán su cita. Los holguineros, a las 10:00 a.m., en la Casa de la Prensa. Bayameses y habaneros, a las dos de la tarde, en el café literario Ventana Sur y en el Instituto Internacional de Periodismo (G y 21), respectivamente. En la capital conversaremos sobre curiosidades y sucesos en torno a los nombres. Los tuneros se verán el domingo, a las 2:00 p.m., en el centro cultural Huellas.
JCLP: Déjame ser el actor del «caso de uso», «Insertar alegría a tu vida». EDI
Lazy: Cuando te sientas triste, piensa que en el mundo alguien es feliz solo porque tú existes. Te amo. Mayu
Si no esperas lo inesperado no lo reconocerás cuando llegue. Heráclito de Efeso