Los que soñamos por la oreja
La amenaza del cambio climático es algo que preocupa a no pocos en la actualidad. Con el propósito de alertar acerca de dicho fenómeno, en 2006 se publicó el álbum recopilatorio Rhythms del Mundo: Cuba (APE Vision-Hip-O). Parte del dinero obtenido por su comercialización se ha destinado a las víctimas de desastres naturales como el tsunami asiático de 2004 y el huracán Katrina de 2005.
La idea que dio vida a este CD se le ocurrió al compositor y productor norteamericano Kenny Young, prestigiosa figura del ámbito musical a escala internacional desde hace más de 40 años. Vinculado con disímiles proyectos a favor de la conservación del medio ambiente, Young fue cofundador de Earth Love Fund y coprodujo el documental Spirit of the Forest, sobre la destrucción de la selva amazónica.
En Rhythms del Mundo: Cuba, la propuesta conceptual fue recrear temas del rock y el pop anglosajones, a partir de ritmos tradicionales cubanos. Por ese camino, Kenny Young invitó a artistas (por entonces) sobrevivientes del celebérrimo Buena Vista Social Club a participar en el proyecto, en el que también intervendrían otros músicos cubanos, así como creadores británicos y norteamericanos. La combinación de inglés y español con la que se juega en el título del compacto ya ofrece por ella sola cuál ha de resultar la tónica del disco.
En correspondencia con dicho principio ideoestético se grabaron versiones en español de varias canciones que en determinado momento fueron éxitos en el mercado del rock y el pop. En esta línea, en el fonograma aparecen interpretaciones de Omara Portuondo (Killing me softly), Coco Freeman (The Dark of the Matinee, I still haven’t found what I’m looking for), Ibrahim Ferrer (As time goes by), Abdel «El Lele» Rasalps (High and Dry) y Vania Borges (Don’t know why, Ai No Corrida). Por su parte, Aquila Rose e Idania Valdés cantan a dúo, en inglés la primera y en español la segunda, Hotel Buena Vista.
La otra manera de concebir el proyecto es la representada por remezclas de anteriores grabaciones. Son los casos de Coldplay (Clocks), Jack Johnson (Better together), Artic Monkeys (Dancing shoes), Dido & Faithless (One step too far), Maroon 5 (She will be loved), Kaiser Chiefs (Modern Way) y Sting (Fragilidad). Lo llamativo de dichos cortes viene dado porque las bases vocales fueron conservadas, pero se les incorporaron arreglos e instrumentos cubanos, con lo que las piezas suenan completamente diferentes a los originales de las mismas.
Tengo que decir que en lo personal me encantó la propuesta de revisitar composiciones harto conocidas, ahora desde una perspectiva transgresora para los cánones más convencionales y que no puede comprender ni disfrutar un trabajo como el recogido en Rhythms del Mundo: Cuba. Y es que para el que no tenga una mente abierta, le debe resultar muy difícil aceptar que As time goes by se interprete como un bolero, que Clocks o One step too far se transforme en un chachachá; que Better together se convirtiese en un son y que Dancing shoes asumiese los aires de una conga.
Por supuesto que en un álbum con las características del presente, los resultados no son homogéneos y hay temas que, en comparación con otros, registran un mayor acabado en su entrega. En tal sentido, me parece que lo mejor de la grabación está en el área de las revisitaciones, en las que en varios casos se logra una plena integración al hibridar distintas formas de asumir lo musical. Incluiría como ejemplos de lo antes expuesto, Clocks, She will be loved, Better together y One step too far.
En la lista de las versiones, las que me dejan más complacido son Don’t know why, High and Dry y As time goes by. En esta variante, creo que hay cortes en los que no cristalizó del todo la idea, a veces porque la orquestación cubanizó demasiado el tema.
Con una larguísima lista de instrumentistas, Rhythms del Mundo: Cuba es un fonograma que, a cuatro años de su aparición en el mercado internacional, debió difundirse más entre nosotros, tanto por la calidad en conjunto de la propuesta, como por el hermoso y solidario espíritu que animó al proyecto en defensa de la causa ecológica mundial.