Las tres del domingo
Therese ha encontrado un nuevo hobby y no puede parar. Todo empezó con un reto autoimpuesto una noche en la cama: leer un libro (de los de autoayuda para alcanzar el éxito) en dos horas, y aunque le fue imposible abarcar todas las páginas en los 120 minutos, la experiencia le sirvió para trazarse otro reto: leer más literatura de no-ficción. Así, la joven que vive en Berlín, leyó el pasado mes 100 títulos de Sicología, política y liderazgo, lo suficiente —si realmente valen la pena— como para hacer una maestría.