Frente al espejo
«Creo que esta es una de las respuestas más completas que se han recibido (Al fin, le devolvieron el dinero, José Alejandro Rodríguez, Acuse de Recibo, 14 de febrero), y es válido reconocer por ello a Damilka y felicitar a José Alejandro Rodríguez y al periódico. No obstante, estamos lejos de un verdadero concepto de protección al consumidor. ¿Por qué si yo compro un equipo, por ejemplo, tengo que dejar de disfrutarlo todo el tiempo que esté en el taller roto? En las condiciones de Cuba es correcto que la política sea reparar, pero ¿por qué no me reponen el equipo por uno nuevo y tratan de reparar el defectuoso? Todo ese tiempo sin disfrutar el equipo, más las cartas de reclamación, los viajes, las llamadas… son molestias y gastos que constituyen castigos al cliente... En fin, muchos no se acaban de dar cuenta de que el concepto de garantía debe ser más amplio». (Caro)
«Estimados compañeros: De impacto resultó ser su nota biográfica sobre la Dra. Rosa Elena Simeón Negrín, aparecida el martes 11 de febrero. Algunas personas que conocen la trayectoria de la doctora Rosa Elena, observaron que hay una omisión de relevancia, por cuanto antes de 1985, momento en que —como usted bien dice— pasa a ser presidenta de la Academia de Ciencias de Cuba, Rosa Elena se desempeñaba como directora del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (Censa)...
Me atrevo a calificarla como una de las mejores intérpretes de los sueños y aspiraciones que, en materia de ciencia comprometida con el desarrollo del país, tuvo el compañero Fidel. Agradezco su nota al pie de su sección…». (José A. Buergo Rodríguez, Censa)