Frente al espejo
«Está muy bien que se dé a conocer todo lo relacionado con las leyes (Mi carné de identidad es mío, ¡y solo mío!, Ana María Domínguez Cruz, 23 de enero), pero es necesario preguntarse qué ocurre con los directivos de establecimientos que permiten que se retenga el carné para permitir el acceso a los mismos…
«Aspectos como los enunciados en el artículo se han de divulgar para que sean conocidos y se haga cumplir lo legislado. Nada podrá hacerse si en las entidades se desconoce la legislación vigente o se muestra indolencia hacia algo que causa molestias. Años atrás era común encontrarse la relación de deberes y derechos de los clientes a la entrada de los establecimientos… Si esta práctica se retomara, todo marcharía mejor, pues quienes incumplan de una parte u otra se tendrían que limitar, so riesgo de quedar expuestos a reclamos. No saber es como no ver, pero conocer es un arma efectiva contra la indolencia y el incumplimiento». (Judith)
Camagüey no se merece una pifia así, pensaba el redactor horas después de haber terminado la edición del 2 de febrero, cuando reparó en que había cometido un injustificado error. Ocurrió con un llamado en la portada, que invitaba a conocer sobre las actividades con que los hijos de Santa María del Puerto del Príncipe celebraban el medio milenio —que no medio siglo, como escribió— de esa villa. A los lectores, ahí les va la disculpa.