Frente al espejo
«Estimadas Marianela y Haydée: Quisiera referirme al artículo publicado el 31 de mayo, titulado Alertan sobre dificultades para enfrentar incremento de la producción de viandas (el reportaje de Marianela Martín González y Haydée León Moya se publicó en la edición impresa como Y ahora, ¿quién paga el viandazo?). El título está muy bien empleado porque realmente lo que están haciendo las periodistas es alertando sobre un problema que puede convertirse en un mal mayor.
«Lo que no comprendo es por qué los responsables de esto no alertaron a tiempo y tomaron las medidas para que no nos sucediera...». (Vicente Rodríguez Galano)
Otros mensajes también pusieron el énfasis en la necesidad de prever los hechos y organizarnos, para ofrecer respuestas ágiles y, sobre todo, inmunes a la carcoma del despilfarro:
«El 26 de mayo el periodista Nelson García Santos informó que a más de 900 clientes del sector residencial en Villa Clara se les descubrieron los metro contadores trampeados para registrar un consumo de electricidad inferior al real (Desarticulan desfalco de electricidad).
«Esas violaciones pueden estar produciéndose en otras provincias y municipios. Si en Santa Clara y demás lugares se está haciendo este trabajo, ¿los demás territorios no lo pueden hacer igual? El pueblo necesita que el organismo encargado de esta tarea ponga fin a ese proceder y se apliquen las medidas penales correspondientes». (Orlando Licea Atencio)
Lección de igualdad«He leído su comentario Hagámoslos felices, ¡pero bien! (José Luis Estrada Betancourt, sección Látigo y cascabel, 31 de mayo), y concuerdo plenamente con usted que en el afán de darle hasta lo que no se debe a un niño hemos ido deformando su conducta en muchos casos. Hay que enseñarles desde chiquitos a compartir lo que haya, sea poco o mucho, y a no creer que se merecen lo mejor.
«También trato de darle lo mejor a mi niño de acuerdo con el momento y la solvencia económica que tenga, pero si hay un pedacito de pollo en la casa se comparte para todos (...). He visto a niños alardeando si llevan refresco de latica a la escuela, si una cajita extra para el almuerzo, si un celular... y aunque mi niño está en preescolar, sabe mucho y trato de explicarle el porqué de las cosas». (Roberto)
Con la avellaneda y la loynazNuestro diario celebró la reciente entrega del Premio Rafael Alberti a Carilda Oliver Labra, y poco después de ese hecho publicamos fragmentos de un diálogo entre la poetisa y el estudiante de Periodismo Mario Cremata (Ser poeta otra vez, 29 de mayo). Ello no pasó inadvertido:
«Me ha parecido excelente la entrevista a Carilda y no obstante los adjetivos utilizados, podría asegurarle que se quedó corto con lo que merece esta insigne intelectual, a quien la historia tendrá que situar muy cerca de Gertrudis Gómez de Avellaneda y Dulce María Loynaz. A Carilda se le hubiese podido dedicar un suplemento de varias páginas.
«Usted parece ser un periodista joven. Si la hubiese conocido 50 años atrás, cuando perteneció al claustro de la Escuela Primaria Superior Llaca, en Cárdenas, más o menos por los tiempos que escribió el poema Canto a Fidel... Aunque no fui alumno de su asignatura, la recuerdo por su belleza y su arte poético. Entonces detenía el tránsito sin semáforo en la Ciudad Bandera y en la capital yumurina. ¿Quién podía sustraerse a lanzarle un piropo? (...).
«Voy a terminar con un pequeño poema que alguien le dedicó y se publicó en el cuaderno Poemas Prohibidos, en el cual se hablaba de su pelo, sus ojos, su cintura... Lamento no recordar al autor, por eso me gustaría que alguien que lo haya leído o lo tenga me lo informe a través de JR: tu cintura, qué dulzura/para moverse y llamar/tu cintura es como un mar/porque ahoga y no se apura/tu cintura, fuerza oscura/para imponer tu opinión/tu cintura, tentación/que por las calles se asoma/tu cintura, punto y coma/de la siguiente oración». (Nicasio Vázquez)
La sencillez es una virtud que germina en las buenas personas, como Carilda. La siguiente opinión ensalza esa cualidad y pone en guardia ante la inclinación a «creerse cosas»:
«He disfrutado de manera especial el comentario ¡Genial!, de Osviel Castro Medel (26 de mayo), pues ha tratado con fino humor el uso y obsequio generoso de los más significativos adjetivos a diversas personas. Hoy todas las conferencias son magistrales antes de ser dictadas, y alguien que puede estar iniciándose recibe el calificativo de diva, por ejemplo, lo que pudiera hacer exclamar a Omara Portuondo, que se lo ha ganado en realidad, la conocida frase del spot televisivo: “Entonces, ¿cómo quedo yo?”.
«Gloria de Cuba será quien iguale a Rita Montaner, Benny Moré, Alicia Alonso, Enrique Arredondo, María de los Ángeles Santana, Omara y otras figuras de igual ejecutoria, pero nunca un principiante que tendrá que trabajar y estudiar mucho para serlo.
«Hay algo muy original, además, en ese trabajo: nombres como “Meteoro de Pozo Rojo”, “As de Llega y Clava” y “Supersónico de Remanga la Tuerca”. Pido licencia para decir que eso me pareció ¡genial!». (Arístides Rondón Velásquez)
Y a propósito del artículo Cuba, ¿la red cercada? (Amaury del Valle, 29 de mayo), sobre el bloqueo de Microsoft a países en la lista negra del Departamento de Estados, recibimos esta opinión: «Hola, Amaury. La compañía Micosoft tiene su cuartel general en la ciudad de Redmond del estado de Washington, no en Redmon, Virginia. Macintosh no es un fabricante de computadoras; es un modelo de estas que fabrica Apple Inc.». (Carlos del Porto Blanco, especialista superior, Oficina para la Informatización)