Acuse de recibo
El pasado 6 de enero, desde el barrio habanero de Luyanó, Diez de Octubre, Olga María Guillama Carreras contó aquí que a su hija, alumna de la Escuela Nacional de Teatro, choferes de ómnibus urbanos de la capital le exigen los dos pesos del pasaje, cuando el Ministerio de Transporte precisó que los estudiantes pagan la mitad de la tarifa aprobada.
Al respecto, responde Juan Julián Caballero Martínez, director general de la Empresa Provincial de Transporte de La Habana (EPTH), que se visitó a Olga María y quedó todo esclarecido: «Solamente le debieron cobrar un peso, ya que es estudiante e iba uniformada».
Añade que la EPTH realiza acciones para que esos hechos no se repitan: monitoreos en los ómnibus para comprobar que se les cobra un peso a los estudiantes uniformados, encuestas a los pasajeros para detectar violaciones en el cobro del pasaje, y en los matutinos en las terminales se aborda el tema con los choferes. Quienes cometen esas infracciones son sancionados severamente.
Finalmente, plantea Juan Julián que Olga María le había asegurado que tales hechos no han vuelto a suceder, pues a su hija le están cobrando el 50 por ciento del pasaje, como está establecido.
Rafael Puertas Xiqués (calle D, No. 46, entre 2da. y 3ra., reparto Poey, Arroyo Naranjo, La Habana) tiene asegurado su auto desde el 2 de febrero de 2002 por valor de 19 000 pesos y contra todo riesgo, hasta el 31 de diciembre de 2020. Y suponía, como parte del ordenamiento monetario, un aumento en las cuantías de las pólizas de seguro, pero…
«El agente encargado del cobro de las primas, refiere, me informa de forma verbal que a partir de este año el valor mínimo asegurado será de 250 000 pesos, con una prima a pagar de 2 000 pesos anuales. Todo esto sin un nuevo contrato o convenio de conformidad con los asegurados.
«Al mostrar mi desacuerdo tanto con el monto del seguro, como con la falta de un convenio legal, la respuesta es que el director atiende los jueves a la población. Pero que el Seguro es de forma voluntaria. O sea, que si no asumo esta nueva tarifa, pierdo el aseguramiento de mi vehículo.
«Entiendo que la Tarea Ordenamiento es para ayudar al país y a los cubanos que vivimos en Cuba, y no para volvernos lobos unos con los otros, pues esto es lo mismo que el que sube el precio de los productos del agro y de otros bienes de consumo de la población.
«Mi interés es que, de ser posible, esto sea tomado en cuenta por las entidades competentes, ya que no es solo mi sentir, sino el de muchos usuarios que han recibido el mismo tratamiento. Y no ven la claridad de este asunto», concluye Rafael.
Fernando A. Paredes Elósegui (calle Muralla, No. 423, apto. 101, La Habana Vieja, La Habana) cuenta que en el comedor del Sistema de Atención a la Familia (SAF) de Teniente Rey y Cuba, y otros similares del mismo municipio, exigen a los ancianos ir ¡dos veces al día! a buscar sus alimentos.
Y recuerda que en otras fases duras de la pandemia de la COVID-19 se decidió «en forma lógica y racional», que esos beneficiarios, por demás personas vulnerables, fueran una sola vez al día a garantizar su alimentación.
«Esta medida es un insulto a la inteligencia, dice. Tengo 74 años y debo caminar en suma 2, 4 kilómetros para alimentarme. Además, durante la pandemia no debemos salir tanto a la calle. ¿Quién lo decidió? Es una falta de respeto, un insulto y un abuso para los adultos mayores.
«No sé si esta disposición se aplica también en la provincia o en todo el país. Si es así, todo debe de ser cambiado, pues no hay argumento que lo sostenga. Quisiéramos alguna respuesta», termina el veterano.
Es muy necesario que se esclarezca dónde y a qué instancia se decidió esa medida, que en nada favorece a esa población vulnerable. Ahora es cuando más hay que preservar a nuestros ancianos, y flexibilizarlo todo por su seguridad, bienestar y tranquilidad.