Acuse de recibo
Muchos ciudadanos que denuncian aquí irregularidades, cuando se soluciona lo que revelaron, nos retroalimentan ipso facto, con la urgencia que debían tener las instituciones aludidas.
Desde Urbano Noris, en Holguín, el pasado 25 de febrero Celia Rodríguez Tamayo alertó que dos retroexcavadoras Komatsu permanecían abandonadas hacía más de tres años en la comunidad La Vietnam, a 37 kilómetros de la cabecera de ese municipio.
Contaba que entonces llevaron las grúas para limpiar los canales de la comunidad, pues gracias al riego lograban buen rendimiento en la caña, y garantizaban cultivos varios para la alimentación. Indicó que una de las grúas se rompió, y allí quedaron las dos abandonadas a su suerte, mientras los canales están llenos de maleza. Todo menos agua. El río está a dos o tres kilómetros, mientras el barrio sufre sequía extrema, que impide cultivar.
«¿Estas máquinas van a dormir el sueño eterno, abandonadas a su suerte, mientras el deterioro que sufren los canales afecta la vida de la comunidad y al país?», concluía Celia.
Y ahora escribe de nuevo para agradecer la publicación de su queja, pues ya recibió respuesta al menos por parte de Azcuba. «En solo dos días trasladaron las grúas, dice. Y solucionaron en 12 días lo que no se había hecho en años. Lo importante es que ya una está en uso y la otra próxima a terminar su mantenimiento, según manifiestan los funcionarios que me visitaron.
«Sobre los canales aún nadie se pronuncia, explican que corresponde a otra entidad. El tema del agua sin respuesta. Gracias reiteradas, sus publicaciones ayudan a agilizar la solución de problemas día a día, por morosidad, descontrol o irresponsabilidad de algunas personas», concluye.
Ahora, esperamos que Azcuba esclarezca en su respuesta las causas del abandono u olvido de las grúas por más de tres años; y que las entidades responsables de los canales y el agua tengan a bien responder con fundamentación.
¿Será pos… ible?
«A veces siento que estoy reciclando denuncias a ciertos problemas, que resurgen una y otra vez, o quizá nunca se han resuelto», afirmé el pasado 12 de febrero, al traer la queja de Pilar Lamas Companioni, desde el reparto habanero de Alamar, sobre reiteradas dificultades con el POS o terminal de punto de venta implantado en el comercio minorista para facilitar la compra mediante tarjeta magnética, con bonificaciones o rebajas en los precios.
Decía Pilar que en la tienda El Progreso de Alamar «no hay gestión alguna para solucionar la falta de conexión que siempre hay. Y otras tiendas que hacen honor al mal servicio en ese sentido son Ultra, Yumurí, Mercado Parque del Cristo, Cupet de Bacuranao, Isla de Cuba… Sería una lista interminable».
Y este redactor decía:
«Cuando esta sección publica quejas ciudadanas sobre la inaccesibilidad al pago mediante los POS, fuere por lo que fuere, entonces vienen las respuestas institucionales al paso: que si solo fue ese día, que si ya se resolvió. Pero vuelve a resurgir el obstáculo.
«Muchos lectores que han denunciado esos obstáculos aluden a que esa forma de pago se entorpece, porque, como no se maneja dinero físico, con ella los empleados de las tiendas no pueden recibir una propina del vuelto, o decirte que no tienen menudo para el mismo. ¿No será también que los gerentes de esas tiendas, y sus superiores en las cadenas y corporaciones no le dan seguimiento al problema?»
Ahora vuelve a escribir Pilar: «He quedado satisfecha con el tratamiento y rapidez con que se dio solución a mi queja… Es una pena que en múltiples casos solo hay solución cuando la queja sale en el periódico. La tienda El Progreso ya tiene los POS nuevos, y en todos los departamentos, después de dos meses. Agradecida a los funcionarios de El Progreso y de Fincimex, que han sido profesionales en las quejas pertinentes», concluye.
Hace rato que falta una respuesta sistémica y fundamentada, no al paso, sobre el asunto de los POS. Ahora, cuando daba final a esta columna, llegó la denuncia de Juan Oscar Fernández (Paradero 124 ½, entre Santa Ana y Boyeros, Cerro, La Habana): El viernes 6 fue a la tienda de Ayestarán entre San Pedro y Domínguez, y el POS estaba roto. Lo mismo en la licorera del Meliá Cohiba. En la licorera del Habana Libre, sin corriente. Todo entre las 10:00 a.m. y las 2:00 p.m. del 6 de marzo.