Acuse de recibo
Sigue concitando mensajes el tema de los obstáculos y dificultades en tiendas de recaudación de divisas, para que los clientes con tarjetas magnéticas puedan acceder con ellas a los POS y disfrutar de las bonificaciones de precios.
Sin desentenderse de la obligación de las unidades comerciales de cumplir con lo establecido en cuanto a los POS, Yoender Pantoja Calzado (San Salvador 558, apto 5, entre San Carlos y Mireles, Cerro, La Habana) sugiere una alternativa más para incentivar el uso de las tarjetas magnéticas como forma de pago.
Recuerda que en la pasada Feria Internacional de Informática, celebrada en marzo del presente año, una de las novedades presentadas por el Grupo Xetid fue la propuesta del dependiente digital, a partir de la utilización de componentes de viejos cajeros automáticos ya desechados, que pueden ser reprogramados y combinados con un lector de códigos de barras.
De generalizarse esta ingeniosa solución, el cliente, sin interferencia de nadie, puede, en el acto de la compra, introducir su tarjeta magnética por sí solo, y pagar todos los productos que va pasando por el lector de códigos de barras, afirma.
Dicho cajero readaptado, refiere, podría ser empleado en cualquier tienda para mayor agilidad en las ventas, de manera que se aliviarían las colas en las cajas contadoras, y se irían sustituyendo los POS que muchas veces no funcionan, por problemas objetivos y también por trabas subjetivas de los vendedores.
Afirma Yoender que, según los especialistas de Xetid, la readaptación de los viejos cajeros no es costosa, comparada con similares sistemas desplegados en el mundo.
Y otra posible alternativa al funcionamiento de los POS en las tiendas, según Yoender, está potencialmente en convertir los teléfonos inteligentes en un POS o herramienta de pago. Solo sería buscar la forma de adaptar, a través de alguna aplicación para dispositivos móviles, esa tecnología aplicada en los dependientes digitales.
«Demostrado está, afirma, que los dispositivos móviles inteligentes tienen la posibilidad de escanear códigos de barras. Ya se utiliza en la aplicación Dónde hay. Y la aplicación transfermóvil, activa en el país, también ha demostrado su eficiencia a la hora de efectuar pagos.
«Entonces, ¿por qué no integrar esas dos herramientas, para que cada cliente, de manera cómoda, pueda ir escogiendo, escaneando y pagando cada producto que quiere llevar. Y solo sería mostrar en la caja o a la salida de la tienda, un comprobante electrónico de pago efectuado, que puede y debe ser registrado en cada tienda».
Yoender piensa que así podría crearse una red, ya fuera local en cada tienda, o nacional. En este último caso, sería más efectiva, porque así cada producto tendría el mismo precio en todo el país, y se erradicaría la diferencia de precios en una misma cadena de tiendas.
Y soñando aun más —¿por qué no?— el joven prevé que quizá, de manera automática se programarían las rebajas de precio que le corresponderían a cada producto, ya sea por proximidad a caducar o por ciclos de rotación, y que en muchas tiendas no se cumplen.
«Considero que en nuestro país existe el talento y la capacidad para crear y generalizar soluciones como estas. Y mucho más. Solo es cuestión de aunar voluntades de diferentes organismos, como Banco Central de Cuba, Xetid, red de tiendas y cadenas de distribución, Etecsa, Fincimex y otros.
«Cualquiera de las dos opciones serían, en mi consideración, más económicas para Cuba; porque no tendrían que estar comprando afuera, invirtiendo en POS, cuando las soluciones las tenemos dentro del país», concluye Yoender.
Agradezco al joven economista la inquietud y el espíritu innovador que trasuntan sus palabras, para bien de nuestra economía, de la decencia y moral de nuestro comercio, y de la satisfacción de los consumidores.
Sería saludable que las entidades aludidas en esta carta analizaran este sueño de Yoender, sin desatender, desde sus respectivas responsabilidades, la utilidad de los POS como herramienta de bienestar y agilidad para el cliente y para la economía del país.