Acuse de recibo
Tras una negativa evaluación sobre su idoneidad laboral, el capitalino Tomás Enrique Rodríguez Zayas (calle 31B, No. 10029, apto 3, entre 100 y 102, Marianao, La Habana) presentó la correspondiente reclamación al Órgano de Justicia Laboral de Base (OJLB) de la Empresa Mixta Bucanero S.A.
Lo supimos aquí el 19 de mayo último, cuando el remitente narraba cómo el OJLB declaró «con lugar en parte» su argumentación, y él, convencido de que la injusticia no había sido en parte, sino total, continuó el camino legal de la demanda.
Así, la Sala Laboral del Tribunal Municipal Popular de 10 de Octubre halló «con lugar» el reclamo del empleado y dispuso la restitución del vínculo laboral y el abono de los haberes dejados de cobrar por el erróneo procedimiento administrativo del que había sido víctima.
Tuvo que pasar un mes y 24 días después del fallo jurídico para que el empleado, tras varias gestiones, pudiese firmar el contrato con carácter retroactivo. Entonces sobrevendría una nueva injusticia, pues si en lo material sería resarcido, en el trato que comenzó a recibir no se demostró la rectificación.
Evocaba Tomás que no fue presentado nuevamente al colectivo laboral; se le indicó sentarse, solo, en una mesa de amplias proporciones al centro de un salón con iluminación deficiente; durante 14 días no le fue asignada ninguna tarea ni responsabilidad; le indicaron erróneamente ejercer como subordinado de determinado administrativo, lo cual no se correspondía con su profesiograma...
Al respecto, contesta la sustituta legal de la presidencia de la Corporación Alimentaria S.A. (Coralsa), María Teresa Domínguez Sánchez. A esta entidad —inferimos, pues no lo aclara en la misiva— se subordina la Empresa Mixta Bucanero S.A. Reproducimos íntegramente los dos párrafos de la carta:
«Sobre el escrito y como resultado de las investigaciones realizadas, Coralsa concluye que le asiste razón al compañero Tomás Enrique en la mayoría de los planteamientos formulados y demostró incumplimientos en materia laboral por la Empresa Mixta y la Empleadora.
«Con la Empresa Mixta se realizan los análisis correspondientes y se adoptarán las medidas disciplinarias según correspondan a los directivos responsables, al considerar que si bien económicamente fue retribuido Rodríguez Zayas, en lo moral y social, no recibió un adecuado y oportuno tratamiento».
Agradezco la respuesta y destaco en ella su carácter autocrítico; pero en honor a la verdad, este es del tipo de contestaciones que dejan más interrogantes que certezas y contribuyen muy poco al necesario diálogo social en los espacios de participación ciudadana como esta columna.
¿Cuáles fueron exactamente los incumplimientos de las Empresa Mixta Bucanero S.A. y de la Empleadora? Sabemos la versión que narró Tomás, pero ¿y los matices que pueden aportar la contraparte y la entidad superior? ¿A qué se debió el maltrato con el empleado una vez restituido en su puesto?
¿Por qué el trabajador tuvo que esperar casi dos meses para firmar el contrato en virtud del cual le retribuirían el dinero suyo que dejó de percibir? ¿Quiénes son los directivos responsables? ¿Cuáles son las garantías de que Tomás, finalmente, haya sido tratado como le corresponde?
Pudiera seguir formulando interrogantes, pero creo que es suficiente para llegar al punto donde vamos: el derecho a la información es inherente a la ciudadanía, y los medios de prensa constituyen uno de los sitios especialmente destinados para satisfacerlo. Sin estridencias ni heridas innecesarias, pero igualmente sin silencios injustificados, dialoguemos. Gracias.