Acuse de recibo
El pasado 26 de febrero reflejé la inquietud del discapacitado físico motor Raúl Duanis Fonseca, desde la Isla de la Juventud, acerca de la mala calidad de las gomas de los sillones de ruedas que les venden a las personas con esas limitaciones, al punto de que no duran ni dos meses.
También Duanis señalaba que, al dirigirse al respecto al presidente de la Asociación Cubana de Limitados Físico Motores (ACLIFIM) en ese territorio, este planteó dificultades con el abastecimiento. El remitente también quería saber por qué las sillas de ruedas y los neumáticos que se producen en el país para ellos, tienen problemas de calidad.
Al respecto, responde Héctor Tamayo, presidente de la ACLIFIM en la Isla de la Juventud, que «no está lejos de alguna realidad sobre la calidad de las gomas y cámaras para las sillas de ruedas y falta de talleres para reparar las mismas».
Afirma Tamayo que la ACLIFIM en la Isla de la Juventud recibe las sillas, gomas, cámaras y piezas de repuesto por un plan de distribución nacional, por el cual se realiza la entrega por prioridad y discapacidad, y atendiendo a dichas dificultades se buscan alternativas, y cada caso recibe tratamiento.
Tamayo afirma que a Duanis se le vendió, el 26 de mayo de 2010, una silla de ruedas, en 77,05 pesos; en noviembre de 2010 pudo adquirir por esa vía dos gomas y dos cámaras; el 1ro. de octubre de 2011 se le vendió otra silla de ruedas en 77,05 pesos; y el 11 de febrero de 2011 Duanis pudo adquirir dos llantas, dos centros, 72 rayos, una goma y una cámara. Y aclara que todos esos artículos son subsidiados por el Estado.
Aunque el presidente de la ACLIFIM en la Isla de la Juventud responde ágilmente, hubiera preferido que fuera más rotundo con respecto a otras insatisfacciones del remitente. Tamayo es bastante impreciso en cuanto al proceder de Duanis con lo que se le ha vendido, y también con los problemas de calidad de los componentes y piezas. Sería saludable conocer qué gestiones ha hecho al respecto.
Ahora que se aprobó la concesión de créditos bancarios para la construcción de viviendas, de manera que el Estado no tenga la presión de resolver todas las necesidades habitacionales a quienes esperaban de arriba la solución, es oportuno el alerta de Maykel Luis Delgado, vecino de Emiliano Cedeño No. 80, entre Luis Aldana y Agustín Eberto Roble, en Sibanicú, provincia de Camagüey.
Refiere Maykel que realizó las gestiones para un crédito de construcción. Lo que necesita él es cemento P-350 para hacer la placa de la casa; pero hasta ahora no se está ofertando ese material en CUP. Lo que venden es cemento P-250, el cual no sirve para realizar elementos de fundición.
Según le han explicado, TRD Caribe será la que venderá cemento P-350 para quienes disfruten del crédito para construir. «Pero hasta el momento, precisa, no aparece una solución al problema. Y aún TRD Caribe no está ofertando dicho material.
Reconoce Maykel que los vendedores de esas tiendas no tienen culpa de ello, y censura la lentitud para garantizar algo que ya es ley.
«No entiendo, afirma, cómo si se aprobó una resolución para los créditos, no se previeron de antemano los mecanismos para la oferta del cemento P-350. ¿De quién es la responsabilidad?».