Acuse de recibo
El pasado 5 de marzo reflejé la alarma de José Nogueiras León acerca del abandono que tienen las zanjas de drenaje en el barrio El Congo, zona baja donde él vive, en el central José Smith Comas, del municipio matancero de Cárdenas.
Señalaba Nogueiras que dichas zanjas vierten a un canal principal, que está obstruido hace tiempo por falta de limpieza y mantenimiento. Y cuando las lluvias arrecian, las aguas retroceden y amenazan al barrio. Ya en agosto de 2008, con las secuelas de un huracán, el agua les llegó a la cintura y perdieron muchos bienes domésticos.
Lo más preocupante es que a ese desagüe central obstruido van a parar las aguas residuales de la fábrica de papel Capitán Guillermo Geilín, que están contaminadas por desperdicios químicos tóxicos.
Según Nogueiras, los vecinos han denunciado el problema en las asambleas de rendición de cuenta del delegado, y la respuesta ha sido que no hay presupuesto para acometer el trabajo de drenaje y limpieza de la zanja.
Al respecto responde Alfredo Hernández Benítez, delegado de Recursos Hidráulicos en la provincia de Matanzas, que durante los citados fenómenos meteorológicos de 2008, en la provincia se identificaron 62 zonas de inundación, y se elaboró un plan que comprendía 80 acciones para mitigar las secuelas de las mismas.
En cuanto a El Congo, asegura, las principales causas de inundación son la falta de mantenimiento a los drenajes interiores del poblado y al canal del Tejar, y la acumulación de azolve (lodo o basura); y la capacidad insuficiente de los cauces por la disminución de sus capacidades, debido al vertimiento de residuales sólidos y acumulación de sedimentos, como resultado de indisciplinas sociales.
También inciden la capacidad insuficiente y falta de mantenimiento de puentes y alcantarillas en los viales, la construcción de viviendas e infraestructuras en zonas de drenaje natural y la falta de mantenimiento sistemático de la infraestructura de drenaje pluvial y de protección contra inundaciones.
Otras causas son el uso de depresiones, sumideros naturales y canales de drenaje como vertederos de la población, la eliminación de drenajes naturales en asentamientos poblacionales, y la disminución de la altura de los diques de protección por el paso de equipos por encima de estos y en ocasiones por dentro del canal.
Hay todo un programa de acciones para mitigar el efecto de las inundaciones, pero no todas han sido ejecutadas debido al recorte del presupuesto para inversiones en abril de 2009, a partir de restricciones financieras. Quedaron paralizados muchos trabajos que se venían ejecutando en zonas de inundación, sostiene.
Y aclara que, en 2011, Recursos Hidráulicos en el territorio no cuenta con financiamiento aprobado para realizar esos trabajos, por lo cual será necesario buscar soluciones locales para minimizar las posibles afectaciones.
En cuanto al impacto ambiental de los residuales de la papelera, manifiesta que conocen de inspecciones con planes de medidas que ha realizado el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medioambiente, pero no se ha logrado solucionar el problema.
Agradezco la respuesta. Salta a la vista que este es un mal originado por la falta de atención acumulada y las indisciplinas y violaciones por parte de pobladores y las instituciones y organismos. Tanto va el cántaro a la fuente… Y ahora no hay dinero para resolver lo que pudo haberse previsto y controlado antes. Pero en algún momento habrá que priorizar esos objetivos, porque de seguir sedimentándose obstáculos, las consecuencias serán peores.
Lo otro es que la papelera, o el organismo al cual está adscrita, no ha dicho ni este impacto es mío, cuando se sabe que no lo han erradicado.
Por otra parte, hoy aprovecho para reiterar a nuestros lectores que cuando escriban a nuestra sección, aparte de su nombre y dirección, deben estampar el número de teléfono propio, de familiar o vecino, o hasta de su centro laboral, para permitirnos esclarecer cualquier duda sobre la misiva. Gracias.