Acuse de recibo
Yasmina Rodríguez está viviendo temporalmente, mediante permiso de transitoria, en casa de sus padres en la calle Fidel Claro No. 115, entre Clemente Pereira y Pedro Zerquera, Trinidad, pues ella labora en esa ciudad. Y su domicilio (Magón 17, entre Independencia y Céspedes, Sancti Spíritus) lleva tiempo usurpado impunemente por ocupantes ilegales.
La casa estaba cerrada, pero no abandonada, pues mensualmente le daban una vuelta. Y el 30 de enero de 2010, cuando el padre de Yasmina realizó la acostumbrada visita, descubrió que personas desconocidas la habían ocupado.
Ante tal hecho, el 1ro. de febrero Yasmina y su padre se personaron en la casa para explicarles a los ocupantes que la misma no está abandonada ni desocupada. Como propietaria les solicitó que se marcharan, y ellos manifestaron que solo saldrían si la Policía intervenía.
Yasmina y el padre fueron a ver al jefe de Sector de la PNR en el reparto Kilo 12, y le informaron todo. Este les dijo que no conocía el caso. «Luego el oficial —precisa Yasmina— realizó una llamada a la Primera Unidad de la PNR, para referirles que debían visitar a los ocupantes y explicarles que están incurriendo en un delito grave y penalizado por las leyes».
El 3 de febrero fueron padre e hija a la Dirección Municipal de la Vivienda, y no pudieron contactar con ningún funcionario para que los orientaran en los pasos que debían seguir. Y el 11 de marzo les llegó una citación oficial de que los estaban localizando de la Dirección Municipal de la Vivienda.
Después de muchos trámites y gestiones, aseguran, no han tenido ningún tipo de respuesta ni de acción por parte de los representantes de las direcciones Municipal y provincial de la Vivienda, Gobierno municipal y otras autoridades.
Recurrieron a instancias estatales nacionales, las cuales les respondieron que habían trasladado su caso a consideración del Gobierno provincial, para su atención y
respuesta. Al cabo de una semana, el padre de Yasmina se presentó en la sede de este último, y allí le manifestaron que no les había llegado ninguna comunicación al respecto. Ante esta situación, se dirigieron de nuevo a la dirección de la Vivienda en Sancti Spíritus, «y la respuesta fue: el caso de ustedes está pendiente, pues debe reunirse la comisión de extracción para poder ejecutar la acción».
En pocos días, recibieron una citación de la Fiscalía Municipal para entregarles un documento en el cual se reconocía a Yasmina como única propietaria de la casa, y declaraban ilegales a las personas que la ocupaban; pero con la misma respuesta de Vivienda: el caso de ustedes está pendiente, pues se debe reunir la comisión de extracción para poder ejecutar la acción.
«Me pregunto cuánto tiempo necesita la comisión de extracción para reunirse, y resolver un caso que ya acumula más de un año», manifiesta Yasmina, y agrega que los hechos demuestran el grado de morosidad que existe ante las ilegalidades como estas.
Claudina Martínez (San Francisco No.5, Cerro, La Habana), aún con dolor por la muerte de su hermano, reconoce el trabajo profesional de la compañera que recibía los casos de fallecidos en la Funeraria La Nacional, de Infanta y Benjumeda, el 8 de mayo en la noche.
«Una sensibilidad humana como debe corresponder a estos casos, un trato exquisito y una gestión muy eficiente», así caracteriza Claudina la labor de la empleada. «Junto a ella —agrega—, resalto de igual manera y con los mismos atributos al chofer del carro fúnebre que trabajaba esa noche, de apellido Torres, y a su acompañante. También en la funeraria de Calzada y K al compañero Pedro, quien hizo los trámites para trasladar al fallecido a Ceiba del Agua».
Sin embargo, precisa, las cosas no funcionaron tan bien al gestionar un médico para que fuera al domicilio a certificar la muerte. «No sé si debido a los mecanismos establecidos para ese trámite, o por falta de sensibilidad y pocos deseos de trabajar de quien debía ocuparse de esto; pero cualquiera de las dos cosas que fuera, el motivo se convierte en un problema para los familiares, que en esos momentos están pasando por una situación difícil, por lo que humanamente debe resolvérseles sin tantas trabas».