Acuse de recibo
Algunas de las situaciones que habitualmente recalan en nuestro buzón moverían a risa si no fuera por el carácter de los problemas que tratan. Como en una comedia de enredos, hay quienes sufren con los problemas de la información institucional.
La matancera Leydys Valido Borroto (calle Enrique José Varona, No. 64, entre Pío Álvarez y José Antonio Echeverría, Máximo Gómez, municipio de Perico) carga hasta nuestras líneas lo que más le pesa a una madre: el futuro de su prole.
Yadián Guerra Valido, su hijo, entró al Instituto Preuniversitario de Ciencias Exactas Carlos Marx, por haber ganado en el Concurso Nacional de Español. En la primera reunión de padres en este instituto se informó que quien resultara en duodécimo grado ganador del Concurso Nacional de Ortografía, sería premiado con el ingreso directo a la Educación Superior.
Llegó el grado 12 y Yadián repitió la hazaña docente en la competencia a nivel de país y fue seleccionado para participar en la Olimpiada Iberomericana de Ortografía. Con este fin se trasladó al IPVCE Vladimir Ilich Lenin, de la capital, para recibir entrenamiento.
A la semana de estar en este centro —refiere su mamá— aún al joven no le habían impartido preparación alguna. Preocupado, Yadián llamó al Ministerio de Educación. El compañero al que contactó desconocía de su estancia preparatoria en la Lenin. Cuando Yadián preguntó si al menos podía confiar en el otorgamiento de la carrera, le respondieron que, ante los cambios en el ingreso a la Educación Superior, se analizaba como una alternativa el preotorgamiento después de aprobar las pruebas de ingreso.
Al cabo de dos semanas infructuosas en Ciudad de La Habana, el alumno comenzó el adiestramiento. Ya en la Olimpiada, al finalizar la primera ronda, fue el único en obtener como acumulado el máximo posible de puntos. En la segunda vuelta, tres estudiantes empatan con 76 puntos y él alcanza 75, por lo que pasa a la cuarta posición, narra la mamá.
«Después de tanto sacrificio y preocupación por su parte en este evento, desde el mes de diciembre hasta la fecha (5 de marzo), no hemos dejado de indagar cuál es la situación real del preotorgamiento de la carrera. Mi hijo, su padre y yo nos hemos comunicado con funcionarios provinciales y nacionales, y hemos recibido respuestas muy ambiguas y aún desconocemos a ciencia cierta quién es el encargado de definir cuál es su estatus», comenta Leydys.
El 12 de febrero último, el director de la unidad de estudio de 12 grado en su instituto dio a conocer al estudiante, su familia y el resto de los alumnos del año que su carrera había sido preotorgada. «El 1ro. de marzo estoy citada para firmar la boleta… momento en que la secretaria docente me comunica que la situación no se había concretado porque la Comisión de Ingreso provincial no tenía conocimiento del preotorgamiento», evoca la desorientada madre.
Al hablar vía telefónica con el jefe de dicha comisión, este le expresa a la mamá que él no había recibido información alguna al respecto. «Mi hijo logra comunicarse con Nubia Falcón (…), subdirectora de Educación en la provincia de Matanzas, quien le ratifica la información recibida en la escuela y que el error se debería a que el correo del Ministerio de Educación Superior no había sido recibido en la Comisión de Ingreso; que ella llamaría para que fuera enviado nuevamente».
En otro momento, la misma Nubia le dice a Leydys que en ningún momento se le había comunicado a Pedro, director de la unidad de estudio en la Carlos Marx, el preotorgamiento de la plaza.
«Mi hijo, que perdió un mes de clases en la supuesta preparación para la Olimpiada Iberoamericana de Ortografía; que perdió numerosas evaluaciones, que se vio en la necesidad de estudiar tiempo extra, incluso después de su horario de sueño, para recuperar los contenidos y poder realizar las pruebas en segundas convocatorias, una después de la otra, lo único que hoy pide es que se le ponga seriedad a su situación, que aparezca la persona capaz de darle una respuesta concreta y verdadera», se duele la madre matancera.
Las autoridades de Educación tienen la palabra.