Acuse de recibo
El pasado domingo, esta sección reflejó la respuesta del director provincial de Trabajo en Guantánamo, Walter Eugellés, acerca del caso de la joven Heidy Chibás, egresada del Instituto Politécnico de Servicios Sociales Enma Rosa Chuy, quien fue ubicada en el Tribunal Provincial de ese territorio, y sin embargo fuera rechazada allí.
La respuesta de Eugellés reconocía el inadecuado tratamiento a la egresada, y daba cuenta de las medidas que se tomarían con los funcionarios de la Dirección municipal del Trabajo, a quienes acudió la joven y la orientaron incorrectamente.
Cuando ya estaba redactada esa edición del Acuse, llegó la respuesta de la otra parte implicada —la más implicada— en la historia: el Tribunal Provincial de Guantánamo. Exactamente nos escribió Alina Santana Echerri, directora de Recursos Humanos del Tribunal Supremo Popular, quien aclara que, investigando in situ el asunto, constató que la joven «no fue debidamente atendida ni orientada por dos funcionarias del departamento de Recursos Humanos del Tribunal Provincial de Guantánamo, quienes además habían actuado con superficialidad y falta de responsabilidad al presentar la demanda de egresados a la Dirección provincial de Trabajo y Seguridad Social».
Precisa la funcionaria que, además de ofrecer las disculpas a la afectada, se procedió a reparar el daño: Se dejó ubicada laboralmente a Heidy en el puesto de trabajo que le correspondía en el Tribunal Provincial, donde actualmente cumple su plan de adiestramiento junto a otros cuatro jóvenes recién graduados.
Agrega Alina que se le aplicaron medidas disciplinarias a los responsables de lo ocurrido: traslado temporal a plazas de menor categoría y remuneración, por seis y ocho meses, a las dos técnicas en Gestión de Recursos Humanos; y una democión temporal por seis meses a la jefa de ese departamento.
«Absolutamente nada justifica la ocurrencia de los hechos narrados», enfatiza la funcionaria en su carta.
Demorarán los vialesLa segunda carta es la respuesta de Carolina Rodríguez, subdirectora provincial de Redes Técnicas de Ciudad de La Habana, a la preocupación del guanabacoense Enrique López —reflejada aquí el pasado 10 de mayo—, acerca del pésimo estado de muchas vías en la ciudad, y el nocivo efecto que esto pueda traer en los nuevos ómnibus urbanos.
Significa ella que, en función de la reorganización del transporte urbano en la capital, importantes arterias de sus 15 municipios han sido favorecidas con el mantenimiento y recuperación de la infraestructura vial.
El programa, aclara, se ejecuta paulatinamente y con un orden de prioridades. En Guanabacoa, a partir del segundo semestre de 2008, se realizaron trabajos de mantenimiento vial en 20 arterias principales, de las cuales 13 fueron pavimentadas, como Pepe Antonio, Martí, Candelaria, Santo Domingo, Estrada Palma y otras. Y se encuentra en ejecución la pavimentación de la carretera de Santa María.
Precisa que el Estado ha realizado grandes inversiones en la adquisición de plantas y equipamientos modernos para la recuperación de los viales en todo el país. Y este amplio programa se está llevando a cabo escalonadamente, para que llegue a todos los municipios. Por ello, la recuperación de los viales de la capital va a demorar algunos años.
Monumental voz de GibaraAntonio Lemus Nicolau (Luz y Caballero 27, Gibara), ilustre historiador de esa ciudad holguinera de Gibara, alerta sobre la indignación que ha concitado en muchos naturales de esa localidad, el tratamiento conferido al monumento a Emilio Laurent Dubet y a los gibareños muertos en la expedición del 17 de agosto de 1931, contra la tiranía de Gerardo Machado.
Precisa el cronista gibareño que, desde el punto de vista artístico, ha sido una «barbaridad imperdonable» el pintar con vinyl dicho monumento, esculpido en piedra de Jaimanita y en mármol por el notable escultor cubano Domingo Ravenet.
Lemus Nicolau, con toda la autoridad que le confiere el haber hurgado profundamente en el alma y las raíces de esa singular villa cubana, está patentizando un estado de opinión de los pobladores de Gibara, que debe ser tenido en cuenta por las autoridades de la ciudad, y por los especialistas de Monumentos.