Acuse de recibo
Hoy traigo respuestas de entidades a quejas sobre la pobre calidad de los neumáticos de ciclos que se venden en el país.
La primera denuncia, reflejada aquí el pasado 5 de julio, la hizo Gerardo Tréllez: adquirió una goma de 20 por 1,25 al precio de 4,60 CUC, en una tienda de TRASVAL en la ciudad de Cienfuegos, y a los pocos días, se le rajó.
Aunque le recordaron que ya la garantía de 7 días había caducado, se la cambiaron. Pero la sustituta expiró a los diez días. Esa vez no hubo reposición, y Gerardo se sintió estafado, al tiempo que cuestionaba la escasa garantía para producto de tan mala factura.
Ahora, responde la División de Negocios de TRASVAL S.A., y lo hace sin precisar el nombre del ejecutivo. De inmediato, la dirección de la entidad en Cienfuegos se entrevistó con Gerardo, le ofreció disculpas y le devolvió el efectivo.
Asegura TRASVAL que continuará exigiendo a sus proveedores por la calidad de los productos que comercializa, y analizará el tiempo de garantía para esas gomas. Aclara que el cliente puede plasmar su queja en las propias unidades, en las direcciones territoriales o por medio de sus teléfonos en la capital: 866-4552 y 866-4553.
La segunda denuncia la hizo aquí el 3 de julio Reynaldo Cuña, de Guantánamo: adquirió dos gomas 26 por 3/8 en un Oro Negro de esa ciudad, a 4,20 CUC cada una. Y a los 20 días, ya una tenía una rajadura de más de 4 centímetros, pero su garantía era solo de una semana. Días después explotó la segunda. 8,40 CUC dilapidados.
A propósito, responde José Hugo González, vicepresidente comercial de CUBALSE, corporación a la cual pertenece Oro Negro. Señala que visitaron a Reynaldo, y se le devolvió el efectivo, aun cuando había vencido el plazo de garantía.
Para ello se consideró que «un lote de dichos neumáticos ha presentado problemas de calidad, por lo cual se habían retirado de la venta en el momento de conocerse el defecto. Además, se le reclamó al proveedor el valor de dicho lote, y se decidió no continuar comprando esa marca en lo sucesivo. También se incorporó como requisito en el contrato de compra de ese producto, la inspección de calidad de origen».
El tercero que se consideró engañado fue Rafael González, de la capital: en la tienda de Quinta y 42, en Playa, compró una bicicleta Mountain Bike al precio de 110 CUC. Y a las tres semanas, comenzaron a poncharse las dos cámaras continuamente. Cada vez que les cogía el ponche, perdían el aire por un sitio cercano a la costura. Lo considera una estafa para quien ha pagado bastante por una bicicleta.
Responde Laritza Díaz, vicepresidenta primera de CUBALSE —corporación titular de esa tienda— que visitaron a Rafael, y reconocieron que nada justifica «que los productos que se comercialicen no tengan una calidad aceptable. Cuando presentan defectos reiterados, el cliente debe reclamar a la unidad en que lo adquirió».
También se le informó que ante cualquier otra situación, puede remitirse también al Sistema de Protección al Consumidor de CUBALSE, por el número telefónico 201-2115.
Laritza precisa que se comunicaron inmediatamente con PROVARI, el proveedor de ese producto. Y precisamente Sergio Torralbas, director comercial de esa empresa, que ensambla y suministra nacionalmente esas bicicletas, nos responde también.
Apunta Torralbas que visitó a Rafael, constató lo denunciado, y al instante se le repusieron las cámaras y neumáticos. También le explicó al cliente que esa entidad comenzó este año la producción de los ciclos, y ya han comercializado más de 9 000 de ellos en tiendas y empresas, sin que se reportaran situaciones similares.
Refiere que esa entidad trabaja por una calidad superior, y tiene su sistema de garantía, que se aplica en la misma tienda donde se adquiere el producto. Aún así, lamenta el incidente, y asegura que están reevaluando sus sistemas productivos y de supervisión de la calidad para evitar que situaciones como esta puedan repetirse.
Agradezco las respuestas y los buenos deseos de todas estas entidades, que se concretarán en tanto apliquen el «ultrasonido» de la prevención, para evitar que lleguen al mercado neumáticos con «malformaciones congénitas».