Acuse de recibo
Un modelo oficial, el DJ-5 de la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT), tuvo en vilo a Margarita Sánchez, residente en calle 21 número 52, apartamento 23, entre M y N, municipio capitalino de Plaza de la Revolución.
El pasado 27 de mayo, Margarita denunció aquí las tribulaciones sufridas durante diez días, por no encontrar en ningún correo de La Habana el dichoso documento, imprescindible en un trámite que realizaba con el fin de donar su casa a una nieta. Paradoja: quería cumplir con el impuesto sobre Transmisión de Bienes y Herencias, y se lo impedía la ausencia del modelito.
Ahora responde Vladimir Regueiro, vicejefe de la ONAT, quien aclara que la comercialización de dicho modelo se realiza por medio de Correos de Cuba, sobre bases contractuales entre esa entidad y la ONAT. Pero, «motivado por problemas organizativos y de transportación reconocidos por Correos, se provocó un desabastecimiento en sus oficinas comerciales, que afectó las ventas de ese modelo».
Agrega que la situación fue evaluada en reiteradas ocasiones con la Vicepresidencia comercial de Correos de Cuba, y no fue resuelta, a pesar de los compromisos de solución ratificados en las conciliaciones.
Precisa que al agravarse la situación, y en la búsqueda de una solución inmediata, la ONAT asumió de forma excepcional la transportación de esos formularios desde los almacenes centrales de Correos hacia los territorios, para garantizar la habitual distribución a las unidades de correos.
Según la información dada por Correos de Cuba, aclara, ya se ha vuelto a garantizar la venta de esos modelos en todo el país.
En cuanto al caso de Margarita, fue atendida por la directora de Servicios Fiscales y Control de la Recaudación, y posteriormente visitada por especialistas, quienes le ofrecieron una explicación detallada del asunto y le hicieron entrega de los formularios que necesitaba.
«Esta experiencia, subraya, nos determinó a fortalecer las medidas de supervisión de este servicio, por lo que hemos implementado el monitoreo, por parte de funcionarios de nuestra Oficina, en las unidades de correos de las ventas de este y de otros formularios para el pago de tributos».
La segunda respuesta la envía Gerardo Juiz, director general de Aerocaribbean S.A., y es respecto a la queja de Ramón Velázquez, vecino de Gonzalo de Quesada 56, en la ciudad de Las Tunas.
El pasado 24 de febrero reflejé aquí el disgusto de Ramón, acerca de las irregularidades que sufrió su hermana con la reservación que tenía para el vuelo de las diez de la noche del 28 de febrero La Habana-Holguín, de esa compañía.
El vuelo se demoró, y a las 12 y 30 de la noche le comunicaron que estaba suspendido. Media hora después le dieron la opción de esperar hasta las seis de la mañana, para enviar a los pasajeros en una aeronave que saldría a esa hora. Así fue. Pero al llegar a Holguín, no estaba el ómnibus que debía llevarlos hasta Las Tunas, pues ese servicio se brinda para el vuelo que no se produjo, no para el que al final los trasladó. Los que iban para Las Tunas tuvieron que inventarla para llegar.
Al respecto, señala que lo sucedido con ese vuelo forma parte de incidencias presentadas ese día, «al ponerse de baja inesperadamente la aeronave planificada». También la que tenían de reserva comenzó a tener problemas técnicos. Y por la complejidad de la avería tuvieron que laborar más de seis horas para poner de alta nuevamente el equipo.
«En cuanto a lo expuesto con respecto al traslado al llegar a Holguín —apunta— se dispuso por la Dirección que, como parte de la protección a los pasajeros, en los casos de afectaciones por parte de la compañía, los representantes de las unidades coordinen el traslado de los mismos».
El director general solicita que al viajar por esa aerolínea le hagan saber las impresiones sobre las acciones que se tomen en aras de mejorar los servicios, por medio del departamento de Calidad de esa entidad, cuyos teléfonos son 2664644 y 6497338. Y reitera a Ramón sus disculpas por las molestias ocasionadas a su hermana.