Acuse de recibo
Con el título Escapes de paciencia, el pasado 20 de junio esta columna reflejó la inconformidad de Raúl Estévez, vecino de calle Oeste 5520, reparto Miraflores, en el municipio capitalino de Boyeros, con la desatención a salideros de agua en su barrio.
Relataba Estévez que la calle Oeste se había convertido en lodazal, vertedero y foco infeccioso por un salidero a consecuencia de la rotura de una tubería de agua potable.
El lector reportó el problema el pasado 22 de marzo en la oficina comercial de Acueducto y Alcantarillado del Sur, y el 20 de abril le respondieron que «iban a ver si podían resolver con un maratón que se realizaría, porque ellos no contaban con brigadas de salideros».
Transcurridos varios días, Estévez se personó en Atención a la Población de esa entidad, y le dieron excusas, pues habían efectuado el maratón, pero no incluyeron el salidero de marras. El 17 de mayo, llamó y le respondieron que repitiera dentro de unos días, para ver qué podían hacer. Pero nada se hizo.
Al respecto, responde hoy el ingeniero Ernesto A. Delgado, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado del Sur, quien precisa que, a partir de lo publicado, el consejo de dirección de esa entidad acordó medidas disciplinarias con el responsable de la coordinación y ejecución del arreglo de esos salideros.
Al propio tiempo, crearon una comisión evaluadora de las afectaciones y suprimieron inmediatamente tres salideros en Oeste, entre A y Central, y dos en Oeste entre H e I. Además, se hicieron varias calas para investigar de dónde proviene el resto de los vertimientos. Y comprobaron que se originan de una conductora de la Empresa Aguas de La Habana, ubicada en ese territorio.
Por ello, recalca Delgado, coordinaron y alertaron a esta entidad homóloga, que se comprometió a darle solución a lo que a ella atañe. Pero, hasta el momento, Aguas de La Habana no ha respondido en lo concerniente a esta sección.
La segunda carta de hoy la envía Jorge Luis León Linares, director de la Empresa de Ómnibus Urbanos de Ciudad de La Habana; y es en respuesta a la queja reflejada en esta sección el pasado 28 de julio, con respecto a la incomunicación entre Alamar y Cojímar, por la desactivación del puente entre esas dos localidades, con vistas a un arreglo que se ha demorado.
León Linares aclara que del problema del puente ellos no tienen responsabilidad —algo que comprendemos—, si no que es de Redes Técnicas y Obras Marítimas, las cuales, asegura, se encuentran trabajando actualmente en esa solución. Al propio tiempo, aclara que la medida de retirar los botes que paliaban el vacío, fue de «Capitanía del Puerto, por motivos muy justificados de esa entidad».
Aún así, señala que Ómnibus Urbanos adoptó medidas para aliviar la situación, y envió una guagua para la terminal Cojímar para cubrir temporalmente el trayecto de esa localidad al depósito de Alamar; al propio tiempo que el uso de la ruta 26.
Agradecemos la respuesta a León Linares, y esperamos la de los principales implicados en la rehabilitación del puente.