Acuse de recibo
«Tal parece que te apasiona el tema de la vivienda... Tan solo te refieres a la situación de las personas que se dirigen hasta allí para realizar sus trámites. Pero, ¿te has preguntado en alguna ocasión cómo enfrentan los trabajadores de las direcciones municipales de la Vivienda el inmenso número de trámites que se reciben a diario?».
Las anteriores palabras las expresa en su carta el lector Carlos Andrés Pérez Leyva, quien confiesa que fue trabajador de Vivienda hasta hace poco, y reside en calle Carlos Sosa número 39, entre Francisco Tamayo y Julio Antonio Mella, reparto Sosa, de la ciudad de Las Tunas.
El remitente reconoce los pesares que sufren muchos para trámites de ese tipo, y al propio tiempo argumenta que tal institución hoy tiene una gran responsabilidad con los programas de construcción, rehabilitación y conservación de viviendas. Pero alerta también sobre las condiciones en que laboran los trabajadores de esa institución en los territorios, un tanto atrasadas con respecto a las de otras entidades que prestan servicios a la ciudadanía en cuanto a mobiliario, archivos, computadoras, conexión de correos electrónicos.
«Es el trabajo de los trabajos para trabajar, sentencia Carlos Andrés. Lo único que quiero es que se haga justicia a los trabajadores del Sistema de la Vivienda: que no todo es burocratismo, dilatación, pereza y olvido; que hay ovejas negras como en toda entidad, pero también trabajan duro en condiciones difíciles», concluye.
Me resulta muy interesante la respetuosa «provocación» que me hace Carlos Andrés. Y le doy tanto crédito a sus planteamientos reivindicativos de los trabajadores de la Vivienda, como lo hago con las quejas o señalamientos de los ciudadanos que son atendidos por ellos.
Particularmente coincido con él en que aún no son las requeridas, ni las mejor dotadas, las condiciones de trabajo de los que laboran en ese sector; como tampoco lo son en muchas otras dependencias institucionales del sector jurídico y de la administración pública en general. Y valoro sobremanera el esfuerzo que hacen muchos buenos trabajadores de ese sistema, como fustigo a los desentendidos e indolentes, en esa o en cualquier otra institución.
Sí le aseguro al amigo que detesto la saña, y lo único que me apasiona es el mejoramiento de la vida, el deshacer entuertos y destrabar obstáculos. Si irrumpen con frecuencia en esta columna problemas de vivienda, es porque los hay, porque es uno de los temas más abordados por los lectores. El último análisis de la correspondencia recibida en esta sección, relativo al período entre noviembre de 2005 y abril de 2006, revela que el primer lugar por temas lo tiene la Vivienda, con el 11,63 por ciento de las cartas.
No vivimos en la Luna los de esta sección. Quisiéramos que se resolvieran muchas dificultades en lo tocante a este tema, y nos esperanzamos con las nuevas proyecciones en materia de vivienda, aunque está claro que son muchas las carencias acumuladas y llevará tiempo. Pero al menos, lo mínimo que puede pedirse es que se eleve la calidad, eficiencia y profesionalidad en la atención a los trámites de los ciudadanos en materia tan sensible; de la misma manera que mejoren las condiciones de trabajo en las oficinas de Vivienda. Gracias, Carlos Andrés.