Un grupo de científicos estadounidenses ha cuestionado la teoría previa ampliamente reconocida de «Los cinco grandes rasgos de personalidad» (Big Five personality traits) que supone que para ser feliz se necesita tener sociabilidad, responsabilidad, apertura, amabilidad y neuroticismo (inestabilidad emocional).
El nuevo estudio publicado por la revista científica Journal of personality expone que los especialistas han analizado las cualidades de 706 participantes con una edad media de 36 años, y han tratado de vincular múltiples aspectos del bienestar con una gama más amplia de características personales que en los estudios anteriores sobre el tema.
Según informa RT los científicos han profundizado en el asunto y han descubierto su versión de «Los cinco grandes», presentados a continuación.
«Estos son los cinco caminos personales diferentes hacia la felicidad», explica el coautor del estudio Scott Barry Kaufman citado por The Independent, señalando que si se «tiene puntajes altos en cualquiera de estos cinco es más probable que se tenga un alto bienestar en múltiples aspectos de la vida».
1. Entusiasmo
Los investigadores han descubierto que el entusiasmo lleva a la satisfacción de la vida y al aumento de emociones positivas, junto con el crecimiento personal y el establecimiento de las relaciones eficaces con los demás.
2. Aceptación de sí mismo
Este aspecto presupone una relación poco complicada con su propia personalidad, lo que resulta en mayor autonomía y en niveles de ansiedad y depresión inferiores.
3. Laboriosidad
Las personas que suelen trabajar intensamente, se mantienen centradas en la tarea y logran sus objetivos cumpliendo lo planeado tienen el nivel de bienestar más alto, afirma Scott Barry Kaufman.
4. Compasión
Los investigadores han descubierto que los participantes compasivos se mostraron más felices en su vida. La compasión aumenta la atención que prestamos a los sentimientos de las personas en nuestro entorno, lo que lleva a la armonía en las relaciones con los demás.
5. Curiosidad intelectual
La curiosidad intelectual lleva al crecimiento personal así como a la consecución de objetivos en la vida, afirman los autores del estudio. Esto presupone que a las personas que tienen desarrollado este rasgo les gusta pensar profundamente en asuntos complejos, reflexionar sobre su pasado, discutir temas filosóficos y leer libros desafiantes.