Nubes de polvo generadas en el desierto del Sahara, vistas desde un satélite. Autor: Cubadebate Publicado: 21/09/2017 | 05:50 pm
El aumento del asma bronquial, alergias, afecciones de la piel y dolencias cardiovasculares en Cuba, al parecer tiene una de sus grandes causas en las toneladas de polvo que desde el desierto del Sahara llegan todos los años a la Isla, lo cual constituye para las autoridades una nueva preocupación ambiental.
«La llegada cada año a la región del Caribe de grandes cantidades de partículas de polvo en forma de nubes generadas por las tormentas de arena del desierto del Sahara tiene un marcado impacto desfavorable sobre diferentes ecosistemas marinos y terrestres, y la salud humana en general», estimó Eugenio Mojena, del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, con sede en La Habana, indica un reporte de Cubadebate.
Mojena asistió en La Habana a un taller sobre contaminación ambiental atmosférica titulado CONTAT 2014. El especialista dijo que el polvo procedente de ese desierto africano «contiene hierro, sal, sílice y otros compuestos minerales, además de contaminantes orgánicos persistentes, virus, hongos, bacterias, y ácaros patógenos, capaces de dañar al hombre, las plantas y los animales».
En declaraciones a la prensa local, el doctor en Ciencias aseguró que «de acuerdo con estudios recientes, las grandes oleadas de polvo que llegan anualmente al Caribe repercuten en el declive de las poblaciones de arrecifes coralinos caribeños, al ser estos atacados por un hongo endémico del suelo africano, transportado por ese tipo de nube».
El polvo que viaja por las altas capas de la atmósfera terrestre también causa el aumento de mamíferos marinos enfermos, los denominados episodios de marea roja asociados a grandes floraciones de algas, muchas de ellas tóxicas, y en la aparición de plagas en el arroz, frijoles, frutales, caña de azúcar y otros cultivos, según Mojena. Junio y julio son los meses de mayor intensidad para el fenómeno en Cuba.
Para la región del Caribe, y Cuba, que está en el área, este es otro problema ambiental que se une a las intensas sequías, a períodos de lluvias copiosas y a las tormentas tropicales y super-huracanes, atribuidos a los cambios climáticos globales.
Las preocupaciones no son pocas. Estudios indican que en una fecha tan relativamente temprana como 2050 ciudades Santo Domingo, en República Dominicana, Barranquilla, en Colombia, y también La Habana, podrían estar en buena parte inundadas por la subida del nivel del mar por el derretimiento de los hielos en los polos.
Aunque los anuncios apocalípticos no parecen quitar la tranquilidad a los caribeños, tampoco a los cubanos, estos inciden además sobre los aumentos de las temperaturas medias invernales y veraniegas.
Las millones de toneladas que llegan cada año de polvo del Sahara no son sin embargo «exclusivas» del Caribe. También «vuelan» hasta Europa y Estados Unidos. El motivo de la alarma actual sobre un fenómeno que tiene siglos de existencia parece ser la tecnología satelital, que permite «ver» la formación de las nubes de polvo durante poderosas tormentas de arena en el Sahara y su posterior desplazamiento.
América y Europa reciben grandes cantidades de partículas de ese polvo movido en dirección oeste desde África por el flujo de los vientos alisios.