PHNOM PENH, enero 19._ Después de un año de alarmantes cifras de muertes de delfines rosados en las aguas del río Mekong, autoridades ambientalistas en Cambodia dan pasos hoy para imponer severas medidas que protejan a esa singular especie en peligro de extinción.
Ante pérdidas que expertos calculan próximas al ciento por ciento, el jefe de la comisión a cargo de este especial asunto y del desarrollo del ecoturismo, Seang Tana, informó que el Gobierno estudia la aplicación de acciones para favorecer la reproducción del mamífero acuático.
Los delfines rosados suelen realizar este ciclo en una zona de unos 180 kilómetros cuadrado con un islote que se extiende desde el borde laosiano, hasta el cambodiano en su recorrido hacia el sur.
Seang Tana sugirió que el Fondo Mundial para la naturaleza (WWF) y ministerios relevantes de los dos países vecinos se enfoquen en particular en la persistencia de prácticas de capturas ilegales.
Puso énfasis en la utilización de métodos prohibidos como el uso de descargas eléctricas y explosivos, que comprometen la potencialidad de poner en auge un atractivo turismo ecológico, especialmente para el área de Laos.
Se estima que debido a tales procedimientos el año pasado perecieron al menos ocho delfines, incluido cinco embarazadas, algo superior en número a lo registrado en 2011.
Durante una reciente reunión entre WWF, la administración de pesca y la referida comisión, se determinó, tras autopsias, que el estrangulamiento mediante redes fue la principal causa de muerte de los adultos.
Sin embargo no se pudo determinar cuantos recién nacidos perecieron.
Esta misma semana cuatro pescadores comparecieron por esos motivos ante una corte, que puede aplicar, en virtud de una ley de pesca vigente, sentencias de tres a cinco años de prisión.