El geólogo Iain Stewart se encierrra 48 h. en una urna sellada. Autor: El Mundo Publicado: 21/09/2017 | 05:13 pm
Iain Stewart se siente estos días como el ilusionista David Copperfield, encerrado en una urna de cristal, con todos reflectores apuntando hacia él y ante los ojos de miles de curiosos que se preguntan: «¿Qué está pasando aquí?», indica El Mundo.es.
No, Stewart no va a deslumbrarnos con un número de magia. Simplemente se va tumbar en su hamaca, rodeado de plataneras y otras plantas tropicales, y va a demostrarnos el valor de la vida misma en un espacio de 12 metros cuadrados.
Su objetivo es aguantar durante 48 horas en la cámara sellada, gracias exclusivamente al oxígeno que le proporcionan las plantas... «Después de la primera hora me noté mareado y con dolor de cabeza», reconoce Stewart desde el otro lado del cristal, a través de un «walkie talkie». «Pero poco a poco me he adaptado, he aprendido a consumir poco oxígeno y a hacerlo todo muy lentamente».
Ningún ser humano se ha sometido a una prueba semejante hasta la fecha. El directo antecedente data de 1772, cuando el científico Joseph Priestly desmostró que un ratón puede sobrevivir en una cámara sellada con plantas (y está condenado a morir por falta de oxígeno sin ellas).
«Lo que pretendo es desmostrar la importancia del mundo vegetal», asegura Stewart, visiblemente feliz en su papel de «cobaya». «De alguna manera, esta urna encarna la Tierra, y yo soy la especie humana, intentando sobrevivir en ella. Aquí dentro, como no llueve, soy yo quien tiene que regar las plantas... Y ellas me lo agradecen tremendamente, capturando el CO2 y liberando oxígeno. Somos totalmente interdependientes».
Tirón mediático
Dentro de su urna tropical, Stewart se mueve como un perfecto explorador. Al final, por falta de espacio y para no consumir demasiado oxígeno, decidió prescindir de la bicicleta estática que le iban a poner. El tiempo lo mata cuidando de su reino vegetal, leyendo o dormitando en su hamaca y atendiendo ocasionalmente al desfile de curiosos que han descendido este fin de semana hasta el Proyecto Edén de Cornwall, en el rincón Suroeste de Inglaterra, para verle en acción.
Al fin y al cabo Stewart tiene un tremendo tirón mediático por estas tierras, algo así como el Rodríguez de la Fuente de la Geología. Su proyecto lo apadrina la BBC y forma parte de la serie «Cómo las plantas hicieron el mundo», que se emitirá en el 2012.
«Toda la vida en la Tierra gira alrededor de la fotosíntesis», insiste el geólogo escocés afincado en Plymouth. «Y todo lo que hagamos es poco para recordar a la gente el «milagro» del mundo vegetal, capaz de transformar la energía del sol para mantener el equilibrio en el planeta y permitir nuestra propia supervivencia».
La «selva» particular de Stewart la componen no sólo las plataneras, también las plantas de maíz dulce, el miscanto y una colección de hasta 200 variedades, cultivadas en los últimos tres meses por Alistair Griffith, horticultor del Proyecto Edén, el mayor invernadero del mundo (y uno de los centros más apasionantes de recuperación y divulgación ecológica del planeta).
Vigilando en todo momento al hombre en la urna tenemos a un equipo de médicos del Centro para la Medicina en Altitudes y Ambientes Extremos, del University College de Londres. El doctor Daniel Martin y la doctora Katrina Hope certifican el buen estado de salud de Iain Stewart al pasar la mitad de la prueba, con los niveles de oxígeno dentro de la cámara remontando en las horas finales.
«¿Respiras sin problemas?», pregunta la doctora Hope desde el otro lado del vidrio. «Ningún problema», certifica el sonriente Stewart, poco después de beberse medio litro de agua y acabar con su almuerzo de astronauta. «No he vuelto a tener náuseas. He aprendido a moderar los movimientos y a ser muy consciente de mi consumo de oxígeno. Creo que me voy habituando a este hábitat».