Las autoridades vietnamitas ultiman este miércoles 25 modelos de alarma y respuesta a un eventual tsunami, que serán ensayadas en un masivo simulacro de catástrofe previsto para este año, reporta PL.
Según el doctor Nguyen Hong Phuong, sub-director del Centro de Aviso contra Terremotos y Tsunamis, del Instituto de Geofísica, los 25 organigramas fueron diseñados basados en las nueve potenciales fuentes de tsunami que amenazan la costa vietnamita, enlazados con 25 censores sísmicos del país.
Phuong señala que la mayor amenaza proviene del Cinturón de Manila, en el occidente de Filipinas, que acaparó 17 de los 25 modelos elaborados.
La falla de Manila tiene unos mil kilómetros de longitud, y en ella se han reportado sismos mayores de 8 grados Richter.
Además, entre 1958 y 2005 se registraron al menos seis terremotos que ocasionaron tsunamis en dicha área.
La falla Riukiu, en Taiwan, es otra gran amenaza para Vietnam, pues sus sismos se calculan de hasta 8.5 grados Richter.
Los sismos del noroeste del Mar Oriental y el sur de las islas Hainan también se tuvieron en cuenta.
El Centro de Aviso ya puede emitir advertencias sobre el tiempo que demoraría un tsunami en chocar con la costa vietnamita, la altura de sus olas y su posible impacto, aunque el tiempo es de apenas una hora desde que se produce el terremoto causante.
Encima, los científicos vietnamitas demoran 20 minutos en definir los parámetros del sismo, y una media hora en difundir la alarma, dejando muy poco tiempo para la evacuación, con el peligro de una estampida por el pánico.
Los 25 modelos vietnamitas son pocos en comparación con los 100 mil que tiene Japón, o los siete mil de Indonesia.
También falta aquí una tecnología más moderna y por ende veloz, una situación preocupante por la vulnerabilidad de este país de tres mil kilómetros de costa ante maremotos y olas gigantes.
El doctor Vu Thanh Ca, del Instituto de Hidrometeorología y Medio Ambiente, recordó que el 11 de septiembre de 1904 una ola gigante destruyó más de 22 mil casas, hundió unas 500 embarcaciones y mató a 700 habitantes de la central provincia de Thua Thien Hue.
«Vietnam es un país de tierras bajas, y le urge prepararse ante catástrofes como esta, sobre todo en el actual contexto de cambio climático, calentamiento global y subida en el nivel del mar», alertó Phuong.