El hallazgo de la cola fosilizada del primer dinosaurio nadador conocido muestra que el «archienemigo» del Tyrannosaurus Rex era un gigantesco «monstruo de río»
Los huesos de color rojizo ensamblan una cola casi completa de dinosaurio. Es tan grande que son necesarias cinco mesas para soportar toda su longitud y los paleontólogos no se cansan de inspeccionar cada detalle. Llevan un siglo tras la pista del dinosaurio más raro jamás descubierto y quieren resolver el enigma.
Se trata del Spinosaurus aegyptiacus (hasta 16 metros de largo y siete toneladas de peso), el que pudo ser el verdadero rey de todos los dinosaurios. La cola fósil recién hallada en Marruecos (al norte de África) es la prueba de que existió un monstruo mucho peor que el Tyrannosaurus Rex (T-Rex), el dinosaurio carnívoro más popular.
¿Pero por qué este feroz dinosaurio es superado en fama por el T-Rex? Los primeros restos del Spinosaurus aegyptiacus fueron descubiertos en Egipto en 1912, pero durante la Segunda Guerra Mundial un bombardeo sobre la ciudad de Múnich, donde se exhibían los fósiles, los redujo a cenizas. Por eso durante décadas las hipotéticas reconstrucciones del majestuoso cuerpo terminaban en una cola común, larga y cónica como la de cualquier otro dinosaurio, y en no pocos debates científicos.
Pero en excavaciones realizadas entre 2015 y 2019 en el desierto del Sahara marroquí fueron desenterrados nuevos huesos de Spinosaurus, incluida la cola largamente buscada. Resulta que esta inusual cola estaba formada por altas espinas, algunas de hasta un metro.
UN MONSTRUO DE RÍO
¿Exactamente qué historia nos cuenta esta cola? La anatomía del «saurio espinoso» había sido un misterio por mucho tiempo, pero este hallazgo cambió para siempre la apariencia y estilo de vida que teníamos de este depredador prehistórico.
Su cola especializada era flexible, con una serie de espinas neurales altas y muy distintas a las colas rígidas y afiladas de otros carnívoros como el T-Rex, lo que indica que a diferencia de cualquier otro dinosaurio el Spinosaurus era letal en tierra y en el agua, en la que podía moverse como un «monstruo de río».
Para probarlo los científicos armaron un modelo plástico de la cola unido a un dispositivo robótico de natación que demostró que esta se doblaba lateralmente para crear empuje e impulsar al animal a través del agua, como si fuera un cocodrilo del Nilo.
«La cola en forma de aleta del Spinosaurus cambia nuestra comprensión de cómo este dinosaurio vivió y cazó: en realidad era un “monstruo de río”», explica el coautor del estudio, Doctor David Unwin, profesor de Paleobiología de la Universidad de Leicester (Inglaterra). «Además, muchas otras características, como la posición alta de las fosas nasales, huesos densos y engrosados para el control de flotabilidad, y patas cortas en forma de paleta, apuntan a una vida en el agua». Quedaría preguntarse entonces ¿cuán enormes debieron ser aquellos ríos para albergar tales bestias?
El Spinosaurus dominó el planeta millones de años antes de la aparición del T-rex; por eso nunca se enfrentaron en vida. Pero todo parece indicar que volvió para reclamar su corona en el mundo de los dinosaurios.
«Trabajar sobre este animal ha sido como estudiar un alienígena venido del espacio», ha dicho el paleontólogo Nizar Ibrahim, explorador de National Geographic y quien lideró el estudio multidisciplinario publicado el 29 de abril en la revista Nature. «La cola era una estructura propulsora que le permitió a este monstruo de río perseguir activamente a sus presas», señala el científico.
Pero aun sin «enfriarse» la cola, una nueva investigación publicada hace solo tres semanas, en la que también participó Nizar Ibrahim, teorizó sobre cómo debió lucir el cuello del Spinosaurus con una postura que no se tomaba mucho en cuenta para ilustrar a la especie.
Este último estudio revisó además otros restos de espinosaurios, incluida una especie gigante descubierta en lo que hoy es Brasil, lo que sugiere que este sería un dinosaurio transcontinental, nada raro dada la cercanía de Sudamérica con África hace 95 millones de años (cuando el Spinosaurus aegyptiacus vivía).
Lo cierto es que en África la presencia de varios depredadores gigantes y del Spinosaurus hicieron del Sahara el lugar más peligroso de la Tierra, donde no estarías seguro ni en el agua. «Este fue posiblemente el lugar más peligroso en la historia del planeta, un lugar donde un viajero del tiempo no duraría mucho», concluye el Doctor Ibrahim.
(*) Instituto de Geofísica y Astronomía, Cuba
El Spinosaurus dominó el planeta millones de años antes de la aparición del T-Rex; por eso nunca se enfrentaron. Dibujo: Gustavo Monroy-
Becerril
El T-Rex ha ganado su popularidad en parte por el gran tamaño de su cráneo y sus enormes dientes afilados y aunque sabemos que temporalmente no se habría encontrado con el Spinosaurus, en un duelo prehistórico este último tendría más posibilidades de ganar. Así lo sugiere su cráneo un cuarto de metro más largo que el más grande registrado en un T-Rex y ejemplares juveniles casi tres metros más grandes que los adultos de T-Rex de mayor tamaño. Los creadores de la película Parque Jurásico 3 se valieron de una corrupción temporal y de lo que sabemos de estos dinosaurios para imaginar cómo sería una pelea entre estos titanes y le concedieron la victoria al Spinosaurus.
Comparación de las dimensiones de un Spinosaurus con un humano. Dibujo: Jorge Aragón Palacios