MADRID, junio 1.— El líder del Partido Popular (PP) y hasta este viernes presidente de España, Mariano Rajoy, ha sido destituido por el Congreso con 180 votos a favor de una moción de censura por corrupción, 169 en contra y una abstención, anunciaron medios de prensa.
Rajoy se despidió del cargo minutos antes de la votación. «Ha sido un honor haber sido Presidente del Gobierno de España y dejar una España mejor de la que encontré», dijo en una breve intervención en la que agregó: «Ojalá mi sustituto pueda decir lo mismo en su día».
Así se refería al promotor de la moción, el líder del Partido Obrero Socialista Español (PSOE), Pedro Sánchez, quien asume el Gobierno y deberá presidir desde la minoría legislativa, aunque con el apoyo de grupos como el izquierdista Podemos, los nacionalistas vascos o los independentistas catalanes, con lo que logró hacerle frente al dirigente conservador.
Sánchez es de forma sorprendente el séptimo presidente del Gobierno en la democracia española tras la primera moción de censura exitosa de la historia del país ibérico, indicó Reuters.
«La gravedad de la sentencia por el caso Gürtel y la inadmisible ausencia de asunción de responsabilidades políticas por parte del Partido Popular» fue el primer argumento esgrimido por el Partido Nacionalista Vasco, la última formación política que acabó por validar el jueves la moción de censura presentada por el PSOE.
Precisamente, fue el caso Gürtel el elemento fundamental esgrimido por Sánchez. En relación con el caso fueron condenados 29 empresarios y expolíticos del PP, entre ellos al extesorero del partido, Luis Bárcenas, y el tribunal consideró probado que hubo una contabilidad paralela que benefició a la agrupación política.
Además, según la sentencia, el testimonio de Rajoy como testigo durante el juicio no fue lo suficientemente «verosímil» para rebatir las pruebas de la contabilidad opaca del partido.
Al final, ha sido la corrupción la que pudo desbancar al exgobernante, que podría mantener su bancada como líder del PP desde la oposición, y cuya resistencia ante los embates hizo que la canciller germana Angela Merkel le asegurara: «Mariano, en Alemania diríamos que tienes la piel de elefante».