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Félix Savón: La nostalgia no me va a noquear

El ex boxeador cubano, alejado del ring rememora sus combates a través de la pintura

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Lesiones. Después de ganar tres títulos olímpicos y seis mundiales, por los cuales mereció el apodo de «boxeador historia», el cubano Félix Savón Fabré se ha lanzado a la conquista de quimeras artísticas.

«Cuando yo boxeaba me quería la gente, y desde que dejé de hacerlo me siento diferente, ya no es igual», confiesa Savón.

Fue la nostalgia entonces la causante del nuevo giro en la vida del boxeador de pesos completos, quien decidió transitar de invencible noqueador, a pintor. Todo empezó con una foto de su familia a la que le hizo algunos dibujos e insertó un título: Los humildes.

«Pero el cuadro se rompió y cuando fui a repararlo me preguntaron por qué no pintaba. Dijeron que tal vez tenía aptitudes. Y como siempre me ha gustado la pintura, pensé que podía hacerlo.

«Yo pertenezco a la Federación Cubana de Boxeo, pero allí me siento vacío porque no soy útil. En un momento me endulzaron la mente con cosas que me ponían contento, y después me desencanté. En la pintura tengo una forma de desahogarme, de combatir la nostalgia que llegó cuando me retiré del pugilismo», explica un Savón diferente al que vimos muchas veces por televisión: ahora parece contra las cuerdas.

Él hace un silencio como para tomar aire y yo aprovecho para mirar detenidamente los cuadros, ubicados al azar en el cuarto donde guarda los trofeos. Las obras plásticas cuentan su laureada vida deportiva, viajando desde la alegría de llegar por primera vez al deporte, recogida en un curioso ejemplar donde combina óleo, yeso y pintura, hasta el vacío experimentado luego del retiro.

Esta primera muestra cuenta con 15 obras, que constituyen una selección de los cuadros terminados hasta el momento, agrupadas en una colección denominada Con sus propias manos, la cual vio la luz por primera vez en la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) de su natal Guantánamo, hace aproximadamente un año.

Pero el pasado 2 de febrero, la muestra conoció, a petición de su autor, un escenario diferente. Constituyó el plato fuerte en la peña cultural Dulce de calabaza, que se realiza los primeros sábados de cada mes en el poblado capitalino de Calabazar y está a cargo de Lázaro Valdés, virtuoso de la plástica y miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

«Las obras se caracterizan por ser muy frescas, muy atrevidas. En algunos cuadros, como La última pelea, donde pintó su cara y luego la impregnó sobre el lienzo, utiliza pinceladas muy fuertes para resaltar puntos de mayor importancia. En este caso destaca las heridas que sufrió en la cara durante su carrera deportiva. Lo mejor es que cada obra expresa una idea, dice algo», comenta Lázaro Valdés.

Libertad de expresión. «Yo reflejo cómo ha cambiado mi vida. Pinto para el deporte, lo que siento, cómo sucedieron las cosas. Por esta razón el cuadro principal de la muestra se titula Libertad de expresión. En él trato de revelar que, aunque no lo sepamos, siempre hay algo por decir y no debemos dejar de hacerlo», dice Savón.

Presente y futuro

Como un diamante en bruto que se debe pulir, Félix Savón trata de ampliar sus conocimientos sobre artes plásticas y asimilar las técnicas de la pintura. Para ello asiste a conversatorios en el Centro de Arte del municipio de Boyeros y se reúne con conocedores del tema.

«Félix desea ganarse la fama en las artes plásticas de la misma forma que alcanzó la gloria pugilística: por sus cualidades y su esfuerzo. No pretende hacer uso de su fama deportiva para alcanzar reconocimientos en el medio cultural», afirma Félix Amechazurra, representante de Savón.

En lo adelante se planean nuevas exhibiciones, sobre todo en instituciones relacionadas con el deporte. Y mientras llegan, se prepara también una segunda fase de esta exposición.

Pero la pasión artística de Félix Savón no se resume a la plástica. En estos momentos se encuentra en proceso de revisión un libro de su autoría y una película-documental, los cuales recogen su historia de forma autobiográfica.

El ejemplar literario tiene previsto su lanzamiento oficial para la próxima Feria Internacional del Libro, e irá acompañado de un CD que recoge momentos significativos de la vida de Savón. Mientras, para la realización de la película se está utilizando mucho material de archivo, que incluye una recopilación de grandes peleas y entrevistas realizadas en ocasiones anteriores al ex boxeador cubano.

Manos de campeones. El surrealismo es el estilo artístico de las obras plásticas de Félix Savón. Se respira en los rasgos fuertes y colores vivos de Puños de fuego, La cara oculta de la Luna, Manos prohibidas, Manos de campeones, Las huellas, o La última pelea.

Savón ha recibido muchas críticas por su osadía, pero afirma que de cada comentario sobre su arte saca una moraleja. «En el boxeo decían que no era muy técnico y miren hasta dónde llegué. Ahora aspiro a repetir la historia. Es cuestión de confiar en la pegada. La nostalgia no me va a noquear», dice y se ríe.

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