Tragedia al amanecer

El estado en que quedó la guagua, al juzgar por las imágenes, revela por sí solo lo punzante de la tragedia. Mientras más se observan con detenimiento las fotos del ómnibus derribado a un lado de la ancha carretera, más se le crispa a uno el sufrimiento por lo que allí sucedió en fracciones de segundo, sin muchas posibilidades ni opciones para reaccionar.

Todo ocurrió al amanecer de este sábado 30. Se dice que fue alrededor de las seis de la mañana, cuando la alegría por el rencuentro con sus familias de un grupo de profesores que viajaban de la capital hacia Granma —ya que sus villas de alojamiento serían convertidas en centros de aislamiento para contactos de positivos a la COVID-19— se trastocó en desconsuelo.

Nueve personas, la mayoría jóvenes, murieron casi en un instante, y otra perdió la vida poco tiempo después. Al parecer, el carro en que iban se movió sin control hasta un extremo de la vía, rompió la cerca perimetral y se precipitó desde la altura del puente.

Es eso lo que hasta ahora puede inferirse del hecho, por lo que especialistas de la Comisión Nacional de Seguridad Vial y del Ministerio del Interior investigan las causas de este accidente, que tuvo lugar en el kilómetro 42 de la autopista nacional, en un punto perteneciente al territorio de Mayabeque, en las cercanías de la ciudad de Güines.

Atención inmediata

Cuenta a Juventud Rebelde, vía telefónica, el doctor Luis Armando Wong Corrales, director provincial de Salud en Mayabeque, que justamente en el momento en que se produjo el siniestro, una ambulancia del Sistema de Urgencias Médicas del nivel nacional, que iba rumbo a Villa Clara, pasaba por la zona. Eso permitió que inmediatamente se activara todo el sistema, y demoraron pocos minutos los primeros heridos en llegar al hospital clínico-quirúrgico Aleida Fernández, de Güines.

Asimismo, se trasladaron con prontitud las dos niñas que iban en el ómnibus para el centro materno infantil Piti Fajardo, también de Güines, y otros casos fueron para el hospital Leopoldito Martínez, de San José de Las Lajas. Ya, a las siete de la mañana, todos los lesionados estaban recibiendo atención.

De manera general, explica Wong Corrales, se asistieron a 22 pacientes, de ellos cinco en estado crítico, que fueron entubados y ventilados, y un rato después se llevaron hacia los hospitales Calixto García y Miguel Enríquez, de la capital.

En total se remitieron para La Habana a 12 personas. El resto de los heridos, que aún se atienden en Mayabeque, están de cuidados. Ninguno tiene peligro para la vida.

Seguimiento permanente

Sobre los pacientes que se encuentran en la capital, la doctora Odalys González, directora en funciones del hospital Miguel Enríquez, precisó en un reporte televisivo que todos los que están en esta institución han sido ya diagnosticados.

Dos permanecían en estado grave, en la Unidad de Cuidados Intensivos, con peligro para la vida, pues requieren intervención quirúrgica y se mantienen en una conducta expectante. De los otros siete lesionados que se ingresaron en el Miguel Enríquez, tres se hallaban en sala de observación y a los demás se les realizan los exámenes evolutivos.

Igualmente, tras su traslado desde Mayabeque hasta La Habana, continúan en vigilancia en el hospital pediátrico Juan Manuel Márquez las dos niñas, que son hermanas. La directora de esta institución médica, doctora Dania Madiedo, comunicó que en la tarde de ayer se encontraban estables: una de ellas, de 11 años, en la sala de Cirugía, con una lesión en la órbita ocular, pues presenta una celulitis a nivel del ojo; la otra, de dos años, en Cuidados Intensivos, reportada de grave, con una lesión hepática.

A las dos se les realizaron rayos X, tomografías, ultrasonidos y los complementarios hematológicos de urgencia. Lo que más se puede hacer en estos momentos es observarlas para prever complicaciones a tiempo, puntualizó la galena a la Televisión Cubana.

No falta solidaridad

Hasta el hospital Miguel Enríquez llegó un equipo de prensa de Juventud Rebelde en la tarde de este sábado. «Estamos aquí apoyándolos. Ellos no tienen familia en La Habana. Por esta razón estamos dispuestos al cuidado de ellos y prestos a cooperar en lo que haga falta», afirmó Niurka González Orberá, secretaria general del sindicato de la Educación, la Ciencia y el Deporte.

Ella, junto a compañeros de trabajo de los maestros accidentados, aguardaba en el cuerpo de guardia del centro por alguna noticia sobre la evolución de los lesionados. «Nos mantendremos aquí al tanto de cualquier detalle», subrayó.

Por su parte, Luis Antonio Torres Iríbar, presidente del Consejo de Defensa Provincial de La Habana, destacó a la prensa que ya estaban preparadas las condiciones necesarias para garantizar el alojamiento y el transporte de las familias de los heridos desde su provincia.

Bien temprano, hasta el lugar del incidente acudieron de inmediato Olga Lidia Tapia Iglesias, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido; las máximas autoridades políticas y gubernamentales de Mayabeque y La Habana, así como los ministros de Educación y Transporte, Ena Elsa Velázquez Cobiella y Eduardo Rodríguez Dávila, respectivamente, entre otro dirigentes y especialistas de varias áreas involucradas en la investigación del caso.

Desde su perfil en Twitter, el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez lamentó la pérdida de valiosas vidas humanas en este accidente y ofreció condolencias a familiares y amigos.

Ante un hecho como este, que despierta honda sensibilidad hacia al interior de nuestras familias, muchas personas a lo largo y ancho de todo el país acompañan con sentido pésame el dolor de aquellos que perdieron a alguno de los suyos en tan lamentable suceso.

Y es que la tristeza como sentimiento nunca dejar de estar cuando hay vidas jóvenes que se truncan de improviso, en un segundo, por esas fatalidades que jamás uno se imagina.

Fallecidos en el accidente

Ernesto Jesús Ávila Ramírez, 30 años, vecino de calle General Rabí # 19, poblado Veguita, Yara, Granma.
Yanlis Valdés Guerra, 34 años, vecina de calle Prolongación Jesús Menéndez
# 11 e/ Comandante Remón y 21, reparto La Villa, Jiguaní, Granma.
Dayanis Rafaela Granda Valdez, 44 años, vecina de calle Ramón Acuña # 8, reparto Diez de Octubre, Jiguaní, Granma.
Mailin Sucel Riverón Rosales, 26 años, vecina de calle Paquito Rosales # 21, reparto Punta Brava, Jiguaní, Granma.
Yanitza Quesada Fuentes, 32 años, vecina de Barrio Flora, poblado Dos Ríos, Jiguaní, Granma.
Argelio Álvarez Ávila, 51 años, vecino de calle Moncada final, # 41A, localidad Dos Caminos, San Luis, Santiago de Cuba.
Yuri Alberto Quesada Franco, 50 años, vecino de calle Pío Rosado # 2A, e/ Francisco Maceo Osorio y General Reyes, Jiguaní, Granma.
Yasmany González Leyva, 33 años, vecino de calle Braulio Coroneaux # 26 e/ Hanoi y Víctor Ramos, reparto Nuevo Guisa, Guisa, Granma.
Jaiser Pérez Milán, 35 años, vecino de calle 1ra. S/N, reparto Valle Grande, Guisa, Granma.
Mairelis Ramírez Sosa, 34 años, vecina del poblado San José, Guisa, Granma.

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