El YR4 es una gran piedra de unos 100 metros. Si colisiona con la Tierra, gran parte de él se desintegrará al entrar a la atmósfera, reduciéndolo hasta un 70 por ciento. Autor: Tomada de Twitter Publicado: 15/02/2025 | 09:08 am
WASHINGTON, febrero 15.- A medida que pasan las semanas, un visitante espacial genera cada vez más interés entre los astrónomos de todo el mundo. El asteroide 2024 YR4, descubierto en las postrimerías de 2024 por el programa ATLAS desde Chile, ha visto incrementarse sus probabilidades de impacto contra la Tierra en 2032 hasta alcanzar un inquietante 2,1 %, según los últimos datos de la NASA.
La órbita inicial del asteroide indicaba un 1 % de probabilidades de colisión con nuestro planeta. Sin embargo, las nuevas mediciones han más que duplicado ese riesgo. Los expertos señalan que, aunque estas cifras puedan parecer bajas —una probabilidad de impacto entre 48, o un 97,9 % de probabilidades de que el asteroide no toque la Tierra—, la amenaza debe tomarse en serio, si bien no hay motivo para el pánico.
Este aumento progresivo de las probabilidades ha provocado una respuesta sin precedentes: el telescopio espacial James Webb interrumpirá su apretada agenda para realizar observaciones de emergencia, según una entrada de blog de la Agencia Espacial Europea (ESA). En marzo y mayo de este año, sus sofisticados instrumentos infrarrojos se centrarán en desentrañar los secretos de este misterioso objeto celeste.
Además de la intervención del Webb, China ha anunciado la formación de un equipo especializado en defensa planetaria tras el descubrimiento del asteroide, según el South China Morning Post. Esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia del país asiático, que incluye una misión de desvío de asteroides prevista para 2027. Este movimiento de China complementa los esfuerzos ya existentes de la NASA y la ESA en el campo de la protección planetaria, según reseña la revista digital Wired.com.
¿Un nuevo Tunguska?
Expertos debaten sobre el potencial destructivo del asteroide 2024 YR4. La incertidumbre sobre sus dimensiones exactas es uno de los principales motivos de preocupación. Los científicos estiman que podría tener entre 40 y 90 metros de diámetro —comparable a la Torre de Pisa—, una diferencia crucial a la hora de evaluar su potencia para causar grandes desastres.
Si bien no representa una amenaza de extinción masiva como el asteroide que acabó con los dinosaurios, un impacto podría causar una devastación regional similar al evento de Tunguska de 1908, que arrasó 80 millones de árboles en Siberia.
El corredor de riesgo identificado por la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) dibuja una franja que atraviesa medio planeta: desde el Pacífico oriental, pasando por el norte de Sudamérica, el Atlántico, África, el Mar Arábigo, hasta el sur de Asia. La fecha crítica: 22 de diciembre de 2032.
La NASA ha clasificado al 2024 YR4 en el nivel 3 de la Escala de Turín, una categoría que, aunque no requiere pánico inmediato, demanda una atención constante. Y el telescopio James Webb se prepara para una observación de emergencia.
Comparación del tamaño del YR4 con objetos conocidos. Imagen tomada de la red X.
Los próximos meses serán cruciales para la observación. El telescopio James Webb, liberado de las limitaciones que la atmósfera terrestre impone a los observatorios convencionales, estudiará el calor emitido por el asteroide durante marzo y mayo, la última oportunidad antes de que el objeto desaparezca de nuestra vista hasta 2028.
Estas observaciones del Webb, cuyo tiempo de uso está normalmente sometido a un riguroso proceso de selección, serán fundamentales para determinar con precisión el riesgo real que representa. Los datos, que estarán disponibles públicamente tan pronto como se procesen, permitirán a la comunidad científica afinar los cálculos sobre la trayectoria y características de este visitante espacial que mantiene en vilo a los astrónomos de todo el planeta.
Hemos estado tan atentos a la ruta del asteroide 2024 YR4 y su remota posibilidad de impactar contra la Tierra, que hemos olvidado otro escenario. Aunque aún menos probable, 2024 YR4 también podría chocar directamente con la Luna. Recientemente, un ingeniero del Catalina Sky Survey (CSS), uno de los principales programas de monitoreo de asteroides, abordó las implicaciones de un impacto directo contra el satélite natural.
El YR4 mide cerca de 100 metros. Considerando su velocidad actual y tamaño, un impacto supondría la liberación de una energía equivalente a 8 megatones sobre la Tierra. El 22 de diciembre de 2032, este cuerpo celeste se acercará a 106 mil 200 kilómetros de nuestro planeta y también se posicionará a 278 mil kilómetros de la Luna. Hay una muy pequeña posibilidad de que, en lugar de ingresar a la atmósfera terrestre, impacte la blanca superficie lunar.
¿Qué es el Protocolo de Seguridad Planetaria que ya la ONU activó?
En redes sociales se ha viralizado el protocolo de seguridad planetaria que la ONU activó hace poco, ¿De qué se trata exactamente? Los centros especializados han referido que el bólido tiene un nivel tres en la escala de riesgo de Turín, que cuenta con 11 niveles en total. Actualmente, existe un 2% de posibilidades de una colisión con la Tierra y se prevé que se reduzca a cero con el paso de los meses. Para la Luna, el indicador se desploma hasta un 0.3%, según David Rankin, ingeniero de operaciones del CSS.
¿Qué pasaría en la Tierra si YR4 choca con la Luna?
Es una pequeña posibilidad, pero si ocurre el choque, la energía liberada sería equivalente a cerca de 340 bombas de la que cayó en Hiroshima. El evento sería visible desde la Tierra y provocaría expulsión de material lunar, aunque no supondría un riesgo importante para la seguridad de nuestro mundo.
No sería la primera vez en la historia reciente que la Luna es golpeada por un objeto espacial. Gracias a los avances en telescopios y cámaras, cada vez más astrofotógrafos captan destellos luminosos en la Luna de menos de un segundo de duración. Estos son una de las mayores señales de colisión de meteoritos. Daichi Fujii, astrofotógrafo japonés, ha documentado en video choques lunares en 2023 y 2024.
Según EuroNews,la NASA ha advertido que el mencionado asteroide podría colisionar con la Tierra en un plazo de 10 años y esa colisión que tendría consecuencias devastadoras para la región golpeada. Ahora, en un nuevo informe, se han identificado los países con mayor riesgo.
El 2024 YR4 actualmente se mueve hacia la Tierra y si chocara con la fuerza atómica que se teme
podría causar vibraciones telúricas suficientes para destruir varias grandes ciudades. Aunque las probabilidades de que impacte a la Tierra siguen siendo bajas, la probabilidad despertó angustia entre quienes viven en la ruta de peligro.
Según la evaluación de los científicos, si este asteroide chocara con la Tierra, el sitio del impacto probablemente se encontraría en algún lugar del norte de Sudamérica, al otro lado del Océano Pacífico, el sur de Asia, el Mar Arábigo o el África subsahariana. La NASA ha clasificado a India, Bangladesh, Pakistán, Etiopía, Nigeria, Venezuela, Colombia y Ecuador como países en riesgo.
También se ha mencionado a un país árabe como posible objetivo: Sudán, un gran país africano con un área aproximadamente equivalente en total a Francia, España, Suecia, Noruega y Alemania. El país ha sufrido numerosos incidentes con meteoritos a lo largo de los años. Una de sus experiencias más recientes se remonta a 2008, cuando el asteroide 2008 TC3, de 4,1 metros de diámetro, explotó a unos 37 kilómetros sobre Sudán y sus fragmentos se dispersaron por el desierto.
Un meteorito es un fragmento de un asteroide o cometa que se mueve por el espacio. Una vez que entra en la atmósfera terrestre, puede partirse en pedazos más pequeños a medida que se quema.
Los 600 fragmentos de meteoritos que han impactado en Sudán hasta ahora, y que coloquialmente reciben el nombre de Almahata, también brindaron a los científicos la oportunidad de predecir con éxito la colisión de un asteroide antes de entrar por primera vez en la atmósfera terrestre. El aterrizaje de este Almahata atrajo a una ola de buscadores de microdiamantes y otros minerales preciosos.
El asteroide 2024 YR4 se descubrió el 27 de diciembre del año anterior, lo común es que el % de colision disminuya cuando pasa el tiempo pero este paso de una posibilidad de choque de 1/83 a 1/43. El YR4 ronda entre el Sol y la Tierra y entre Marte y Jupiter. Su punto más cerca de la tierra esta anticipado para el 22 de diciembre del 2032 a unos 50 mil Km. La luna está a 384 mil Km de la tierra.
Actualmente, los astrónomos estiman que hay casi un 98 % de posibilidades de que pase de largo sin problemas y no choque contra la Tierra, pero las observaciones programadas permitirán reducir aún más la incertidumbre sobre su trayectoria.
Durante los próximos días, el asteroide quedará oculto por la Luna llena y, a medida que se aleja, se vuelve cada vez más débil y más difícil de observar. Hoy se encuentra a más de 65 millones de kilómetros (0,4 unidades astronómicas) de distancia.
Por lo tanto, las observaciones del telescopio Webb tienen el potencial de mejorar la precisión de la órbita conocida, para identificar el lugar donde el asteroide podría impactar la Tierra en 2032.
Terrifying animation shows ‘CITY-KILLER’ asteroid YR4 2024’s potential impact pic.twitter.com/AKJc1S65Sz
— ⚡️???? World News ????⚡️ (@ferozwala) February 14, 2025
Experts warn that an asteroid has a slight chance of striking Earth—and could even hit the moon. A viral simulation shared by Dr #David_Rankin shows the horrifying effects if…
Estimaciones actuales vislumbran escenarios muy distintos en caso de impacto. Un objeto de menor tamaño podría causar daños localizados, mientras que uno más grande podría requerir estrategias de desviación orbital.
Para evaluar con precisión el peligro que representa el 2024 YR4, necesitamos una estimación más precisa de su tamaño. La probabilidad de impacto es muy escasa hoy y el asteroide es lo suficientemente pequeño como para que los efectos de cualquier impacto potencial sean a escala local, pero la situación es lo suficientemente significativa como para justificar la atención de la comunidad global de defensa planetaria, advierten analistas de la NASA.
El James Webb estudiará el asteroide en el espectro infrarrojo, midiendo el calor que emite en lugar de la luz que refleja, lo que permitirá una mejor determinación de su tamaño real. La primera ronda de observaciones se realizará en marzo próximo. Posteriormente, en mayo, se llevará a cabo una segunda ronda para analizar cómo cambió su temperatura al alejarse del Sol.