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Elecciones a lo Nova

¿Qué tiene de especial el sistema que jóvenes de la Universidad de las Ciencias Informáticas han diseñado para las elecciones en Cuba? La palabra clave es soberanía

Autor:

Susana Gómes Bugallo

Si algo valora la juventud con pasión es la soberanía. Tal vez por eso las muchachas y muchachos de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) sientan tanto orgullo del sistema que han diseñado para acompañar el proceso de elecciones en Cuba. Porque es ciento por ciento cubano. Y esa es una garantía que bien vale la pena celebrar.

Lo novedoso ya no es que el sistema se encarga de almacenar y contabilizar los datos de las elecciones en Cuba desde el 2012 (Sigel), sino que este «corre» en las computadoras de todas las comisiones electorales de la nación (desde la nacional hasta las municipales) mediante el sistema operativo Nova, nacido en este centro de altos estudios que Fidel concibió como uno de los caminos para lograr la soberanía tecnológica en nuestro archipiélago.

Este sello libre lo defienden en la UCI a capa y espada. Basta con preguntarle al joven vicerrector Denys Buedo Hidalgo sobre el alcance que está teniendo en las instituciones estatales el Nova, al que han definido como sistema operativo cubano y por el que se apostará para llevar a cada lugar de la geografía de la Mayor de las Antillas.

En la UCI han migrado a este cerca del 90 por ciento de las computadoras y ya andan por su versión número cinco. El país se dispone a ir recibiendo poco a poco la migración de un mundo operativo a otro mucho más especial, porque nació de la Revolución y su talento nuevo. Hasta ahora se sigue comportando muy estable, comenta el Vicerrector. Y las elecciones han sido una gran prueba de fuego, pero Nova garantiza sin dificultades que las estaciones de trabajo del cliente funcionen, confirma quien se estrena como miembro de la Comisión Electoral Nacional (CEN).

Con la ley electoral en la mano

«Lo más difícil es hacer una aplicación con tanta importancia, donde cada paso cumpla todos los requisitos de seguridad y donde no puede haber ningún fallo, porque son las elecciones del país y, en este caso, las generales», confiesa Josué Mojena Marín, desarrollador del proyecto de Sigel y especialista del Centro de Tecnología de Gestión de Datos (Datec), perteneciente a la UCI.

Josué se graduó hace tres años y no duda en señalar que esta ha sido la experiencia más difícil, tanto en tecnología como en su impacto social y político. Este joven llegó al proyecto en abril de 2016, cuando ya existían versiones iniciales del sistema que había acompañado a los procesos electorales anteriores. Entonces se dispuso a aprender de lo que ya estaba para emprender un camino más largo: darle forma a la segunda parte, que aún no se había hecho y comprendía las elecciones generales.

Este muchacho no descansa. Se percibe desde su temperamento agitado, y sus palabras lo confirman. «Damos una respuesta rápida a cualquier incidencia del sistema; desde el puesto de mando estamos atentos a cualquier inquietud, incluso hacemos capacitaciones por teléfono, además de las que llevamos a todo el país con visitas a las provincias y mediante videoconferencias», narra.

Pero la superación no solo ha sido desde su profesión, sino que ha debido aprender mucho del sistema político y electoral de su país, evidencia Josué cuando cuenta que todo lo han debido hacer «con la Ley Electoral en la mano» y con el apoyo sabio de los miembros de la CEN.

«A partir de ahí, trazamos los requisitos del sistema y sus necesidades. Montamos la arquitectura y ya es un proyecto consumado», resume este muchacho, para quien lo mejor fue pensar en todo: desde la seguridad hasta el impacto visual, apto para quienes interactúan con Sigel.

«Algunos son mayores de edad y no están familiarizados con la computación. Por eso debimos hacerlo bastante asequible: que todos lo entendieran y hubiera un patrón a seguir en las funcionalidades para que, sabiendo una, pudieran comprender las demás. Conseguirlo fue maravilloso; me siento realizado», expresa con brillo en los ojos.

Una prueba nova

«Entre las facilidades para quien opera Sigel desde Nova está su minimalismo; por eso se le llama kiosco. Porque no tiene navegador de archivos, no es como Windows. Solo se inicia la computadora y “levanta” dos pestañas vitales: una para el correo electrónico de las elecciones y la otra para el sistema informático empleado. Esto se hizo para que fuera sencillo», explica Neyvis González Trejo, especialista del Centro de Software Libre, también de la UCI, y encargada de la programación del sistema.

Lo más difícil, recuerda, fueron las llamadas desde los territorios de quienes no entendían. «Teníamos que explicarles, porque muchos no están adaptados a trabajar con software libre, aunque sea más simple».

Pero Nova se adaptó a las elecciones. La versión que se usa en las comisiones del país es creada específicamente para este importante proceso y permite funciones imprescindibles como imprimir, describe la programadora, y abunda en que también cuenta con un repositorio de aplicaciones que funcionan a nivel nacional.

Con cada prueba se han hecho cambios, describe Gretel Benítez Fajardo, analista principal del proyecto y especialista de Datec, quien cuenta cómo se trabaja a partir de las sugerencias de las comisiones electorales. «Hoy podemos decir que el sistema está preparado para las elecciones y es un apoyo fundamental al proceso», refuerza.

Gretel es como el pilar del proyecto, porque su labor de análisis consiste en fijar todos los requisitos que debe tener el software y edificar la base sobre la que trabajará el programador, además de pensar la arquitectura, describe, y refuerza con orgullo que esa es la razón por la que se decidió por esa especialidad hace dos años.

¿Voto electrónico?

La relación entre la UCI y las elecciones es casi como una historia de amor. Estas dos partes se han unido desde el proceso de 2012 y continúan poniéndole capítulos a su relato interminable. ¿Llegarán un día al voto electrónico? Esa es la pregunta para Aldis Abreu Medina, director de Datec y líder del proyecto Sigel.

El joven refuerza que el sistema está en condiciones de asumir el voto electrónico, porque está listo para llegar hasta el nivel básico en la consolidación de la información, tarea a la que se dedica. Si el país lo decidiera, acota, estaríamos dispuestos, aunque para ello se requieren equipos muy costosos.

Por ahora, dice, el sistema permite, en tiempo real, el monitoreo de cada uno de los pasos del proceso, a tal punto que se generan todos los partes necesarios para que la CEN pueda dar seguimiento a sus estructuras, miembros, capacitaciones y un grupo importante de tareas que se deben cumplir antes de llegar al día de las elecciones.

Sigel registra todos los miembros hasta el nivel de base, que es el de mesa electoral, de manera que se puedan contabilizar y saber quiénes son esas personas que actuarán como autoridades electorales en Cuba, argumenta. Abunda en que el sistema permite alrededor de 1 500 reportes informativos para poder tomar cualquier decisión.

¿En cuáles momentos está ya presente? Pues esboza la creación de las estructuras electorales, las capacitaciones de esas personas, el proceso de nominación y el día previo y el propio de las elecciones. Después, permite evaluar.

Por ahora, Sigel funciona hasta en los municipios. La rapidez para adquirir la información el día de las elecciones se garantizará cuando las mesas reporten los resultados a las comisiones municipales y «viajen por la red» hasta llegar a la Comisión Nacional.

Alina Balseiro, presidenta de la CEN, afirmó que el sistema es capaz de detectar errores humanos. Aldis lo confirma ilustrando que existen un grupo de validaciones —a partir de lo estipulado en la ley— que, en caso de que se omita algún paso o se cometa un error, el sistema alerta.

Al concluir cada proceso, explica el especialista, hemos realizado un cierre con cada entidad y se estudia lo que se puede mejorar para la próxima; así llegamos al 2017 con un grupo importante de avances. A las comisiones electorales, como usuarios al fin, se le ocurren nuevas funcionalidades. Y nosotros estamos aquí para eso, resalta.

La actualización también ha llegado a la tecnología porque es necesario actualizar las herramientas que se utilizan para hacer el sistema más moderno y que responda mucho mejor, enfatiza Aldis, y asegura que en eso reside parte de la fortaleza ante cualquier ataque de seguridad.

Septiembre es más difícil

Aunque ahora el salón donde los jóvenes de la UCI trabajan en la CEN tiene un pizarrón que lo presenta como Sala de Batalla, ellos saben que septiembre se presentará como uno de los momentos más exigentes, porque habrá que quedarse todas las noches hasta que estén los resultados de las asambleas de nominación. Entonces sí habrá «lucha».

Las duras noches de ese mes las augura el vicerrector Denys Buedo, quien comparte lo que significa esta misión para la UCI, que festeja sus 15 años, sin dejar de honrar la misión que soñara Fidel para este centro.

«Participar en la informatización del proyecto electoral nos ha dado la oportunidad a los jóvenes especialistas de la Universidad, de cumplir con lo que pensó nuestro Comandante», expresa con espíritu de satisfacción.

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