Retratos de adolescentes Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 06:48 pm
Ante ciertas apetencias visibles por lo foráneo, muchos pensarían que el orgullo de ser cubano, y por lo cubano, pierde fuerza, pero una investigación nacional entre adolescentes, grupo etario proclive a ese tipo de manifestaciones, refleja, precisamente, todo lo contrario.
Ese es uno de los buenos sabores que deja el estudio de caracterización de ese sector poblacional, desarrollado por vez primera en la nación en noviembre de 2015, y cuyos resultados finales se darán a conocer ampliamente este año en un libro.
La indagación evidenció que la mayoría de los entrevistados se consideran felices y manifiestan su orgullo por vivir en esta tierra. Aluden que ello se debe, en gran medida, a la manera de ser de los cubanos, a los logros sociales, así como a la seguridad y tranquilidad ciudadanas.
Otras razones que reafirman ese sentimiento, expresado por el 71,1 por ciento de los miles de muchachas y muchachos sondeados, son la independencia nacional, las tradiciones, la cultura, las artes, la religión y el idioma.
Aunque los resultados demuestran que todas las tendencias no son las deseadas, Keyla Estévez García, investigadora del Centro de Estudios sobre la Juventud y jefa de este proyecto, destacó la valía de la minuciosa exploración, que abarcó a 2 051 sujetos mediante cuestionario, y a otro millar con entrevistas individuales y en grupos focales, una muestra representativa de los 1 381 135 cubanos entre diez y 19 años de edad, que constituyen el 12,3 por ciento de la población, según el Anuario Estadístico de Cuba 2015.
La especialista subrayó que, en sentido general, los resultados refrendan lo que en el mundo se ha dicho y escrito respecto a esa etapa de la vida humana, aunque también hablan de características únicas de nuestros adolescentes, a partir del contexto socioeconómico de la Mayor de las Antillas. «Definitivamente su comportamiento se parece a la Cuba de hoy, de transformaciones, cambios; y hay que entenderlo en ese nuevo escenario».
Poseer esta actualización permite recontextualizar los modos de actuar en la relación con ellos, lo cual implica que la familia entienda mejor a qué tipo de adolescente ama y educa, y lo mismo para la escuela, junto al resto de la sociedad, remarcó la especialista, quien añadió que el mayor aporte de la investigación es decirle a Cuba: estos son tus adolescentes y así hay que trabajar con ellos.
Algunos de los resultados que adelantamos en las páginas de nuestro diario confirman que todavía hay que trabajar mucho con este grupo etario, cambiar un grupo de políticas y acciones específicas desde la escuela, la familia y otros entramados sociales en los cuales se desenvuelven. Todo ello requiere el enfoque integral, el trabajo colectivo, la unión de los agentes socializadores en la formación de la adolescencia y la sistematicidad.
Ello debe impulsarse aceleradamente, pues como insistió Estévez García, los resultados ratifican que cuando los adolescentes son acertadamente motivados e impulsados se involucran y aportan al desarrollo del país. A juicio de este reportero debe apostarse por no engavetar los resultados; convirtámoslos en arma útil para el andar cotidiano. Las luces que ofrece merecen mejor destino y le son necesarias a la Cuba de hoy y del futuro.
¿Cómo se realizó el estudio?
Por cada territorio fueron elegidos dos municipios. El 58,9 por ciento en territorios cabecera, 28,3 en otros y el 13,5 en municipios de La Habana, especialmente Plaza de la Revolución, La Habana Vieja, Arroyo Naranjo y Boyeros.
El 44,3 por ciento de la muestra corresponde al sexo masculino y el 54,8 al femenino. El 89,5 por ciento estudia, el 5,7 trabaja, 1,2 estudia y trabaja al mismo tiempo y el 1,9 no realiza ninguna de las dos actividades.
La mayoría de los padres y madres de los encuestados trabaja en el sector estatal. No realiza trabajo alguno, al menos declarado, casi un cuarto de las madres y un 5,7 por ciento de los padres.
Aspiraciones respecto al estudio
Un poco más de la mitad de los encuestados aspira a ingresar a la universidad, llegar a ser un profesional de nivel superior y alcanzar grados científicos a través de doctorados y maestrías. En tanto una quinta parte desea obtener el 12 grado.
Alrededor del diez por ciento refiere que su deseo es terminar la secundaria, el obrero calificado o el técnico de nivel medio. Casi el diez por ciento no responde o no tiene definición de su aspiración. En ese mismo sentido el 27,6 por ciento tampoco responde o conoce qué especialidad específica quisiera alcanzar.
Sobre la profesión futura, la mayor inclinación está dirigida a las Ciencias Médicas. Luego la siguen las Ciencias Exactas, por encima de las Humanidades, lo que puede ser un indicador del trabajo de reorientación que se ha desarrollado.
Importancia del estudio
La principal razón por la que creen necesario estudiar es que desean hacer una carrera (34,3 por ciento) y por que el estudio los prepara para desarrollar un trabajo u otras labores en el futuro (23,2 por ciento).
Un considerable número de encuestados prefirió no responder y otro tanto atribuyó la razón fundamental para estudiar al hecho de complacer a sus padres, cumplir un deber social, una obligación, o que es lo que les corresponde hacer.
Un poco más del 80 por ciento le brinda importancia futura al estudio, o lo relaciona con la superación. Es llamativo que alrededor del 14 por ciento de la muestra emitió criterios negativos acerca del estudio. Una significativa parte no encuentra importancia en la actividad del estudio (31,75).
Opiniones acerca de los profesores
Mayoritariamente tienen una percepción positiva sobre sus profesores actuales o de los últimos años escolares que cursaron. Consideran que la generalidad domina las asignaturas que imparten, explican bien los contenidos, los orientan sobre su futuro profesional, la disciplina y comportamiento, y que les gusta ser profesor.
Los datos reflejan a los profesores con una mayor preparación en el componente académico que en el formativo, y que se preocupan mucho por los problemas del vencimiento de los objetivos de sus asignaturas y el resultado de las evaluaciones, más allá de los problemas y las características individuales, así como el desempeño cotidiano de cada uno.
Criterios sobre la escuela
La ven como el lugar donde encuentran espacios para relacionarse con otras personas y hacer amistades (13,9 por ciento). Solo para una mínima parte es el sitio donde se sienten felices, importantes o se les respetan sus derechos y pueden defender sus criterios.
Tan solo el 11,2 por ciento de los encuestados considera que en la escuela se les enseña lo que necesitan saber, y un número similar cree que los preparan para enfrentar dificultades y los orientan sobre su futuro profesional.
No es despreciable el número de estudiantes que expresa que es un lugar aburrido, donde no les gusta estar, al que se asiste por obligación. También se evalúa la escuela como un lugar dogmático, cerrado y poco creativo.
Indisciplinas sociales
Entre las indisciplinas sociales que los adolescentes reconocen cometer se destacan la reproducción de música en cualquier horario, uso incorrecto del uniforme, botar la basura a la calle, escaparse de la escuela o el trabajo y el maltrato a la propiedad social. Muchos de estos comportamientos se generan por contagio o por escalar posiciones dentro del grupo.
Relaciones de amistad
El 81,8 por ciento de los encuestados afirma sentirse bien con sus amistades y ver satisfechas las necesidades materiales y espirituales.
En cuanto a las principales razones para seleccionar a un amigo hacen referencia a la responsabilidad y disciplina de la persona, así como que sea divertida. Se refieren igual a la existencia de intereses similares y habilidades en el estudio y el trabajo.
Tiempo libre
Las prácticas culturales más relevantes hacen referencia a escuchar música e ir a la playa, piscinas o ríos. También visitar amigos y familiares y ver productos audiovisuales. La programación televisiva nacional solo es vista por el 44,9 por ciento de ellos. Hay inconformidad con las horas dedicadas al tiempo de esparcimiento y ocio. Lo que menos hacen es visitar museos y leer.
Hábitos de consumo
El 11,8 por ciento de los adolescentes de la muestra fuma; el 35,7 ingiere bebidas alcohólicas y un 1,7 confiesa que consume sustancias tóxicas. La mayoría de los encuestados admite consumir estas sustancias solo en actividades festivas. El cigarro es la sustancia que con más frecuencia se consume.
Son los hombres quienes tienen mayores hábitos de consumo de cigarro y sustancias tóxicas, mientras que se observa un ligero aumento entre las féminas de la ingestión de bebidas alcohólicas. La región del país donde se hacen más visibles estos hábitos de consumo es la oriental.
La edad de inicio de consumo de estas sustancias se encuentra marcada en los 14 y 15 años. No obstante, hay un grupo importante que comienza a fumar entre los 11 y los 13, al igual que a ingerir bebidas alcohólicas. Entre los espacios donde más se consume se destaca la casa y hasta con el consentimiento de los padres, sobre todo la ingestión de bebidas alcohólicas.
Contexto familiar
A medida que se incrementa la edad disminuye la convivencia con ambas figuras parentales. El 46,2 por ciento de los hombres vive con ambos padres, lo cual hacen el 44,8 por ciento de las mujeres.
El 37,7 por ciento de los muchachos y el 39,4 por ciento de las muchachas viven solo con la madre. En la capital es superior la presencia de la familia monoparental por vía materna con respecto al resto de los municipios, tanto urbanos como semirrurales.
En menor medida se aprecia la convivencia con la figura paterna y los abuelos. Si comparamos por grupo etario, aumenta a medida que se incrementa la edad.
En estas edades tener hijos no es frecuente; solo se observó en el 1,5 por ciento de los muchachos. Sin embargo, para las muchachas se duplica la cifra. El 2,9 por ciento de ellas declaran convivir con hijos.
La pareja es otra de las figuras que convive en el hogar para el 3,6 por ciento de los hombres y el 5,8 de las mujeres. Estas uniones consensuales aumentan en el caso de los adolescentes entre 16 y 19 años. Aunque en menor proporción, los menores de 15 años viven con sus parejas.
La función educativa de la familia se hace evidente en las respuestas, pero no fue una de las concepciones más mencionadas; solo lo hizo el 11,2 por ciento de los muchachos y el 12,9 de las muchachas. Por grupo fue referido en mayor medida en el de 14 a 15 años. Es ligeramente superior en los residentes en espacios semirrurales.
Sobre los temas que más frecuentemente se dialogan en el ámbito familiar son los estudios, el futuro profesional, los valores humanos y las formas de comportamiento y las amistades. Los hombres reconocen que nunca o casi nunca hablan en familia sobre estos temas.
Al predominar la función regulativa e informativa de la familia, dialogan menos sobre cambios corporales, la apariencia personal, las relaciones de pareja, la sexualidad, el trabajo y la situación del país.
La madre sigue siendo la principal fuente de información y en quien los adolescentes confían los problemas de la cotidianidad, seguida de padres, hermanos y abuelos. El no contar a nadie sus problemas aumenta según la edad. Esa es la tendencia del 14 por ciento de los encuestados en el grupo entre los de 16 y 19 años.
Nuevas tecnologías
La mayoría de los encuestados señaló poseer computadora, acceso a internet, reproductores de música y teléfono móvil, en ese orden. La posesión de equipos para videojuegos es más escasa, pero lo disfrutan más de la mitad de la muestra. Son las muchachas las de mayor tenencia.
La principal vía de acceso es mediante la propiedad personal, siendo lo más representativo la tenencia de algún tipo de soporte para la reproducción de música, el teléfono móvil y la computadora, en este orden. La segunda vía es la que se realiza a través de otra persona. Un elevado número de adolescentes accede a internet a través de las zonas wifi, lo que implica erogación de ciertas sumas monetarias, que generalmente aporta la familia.
El intercambio de fotos, música, videos y juegos es lo principal del uso que atribuyen a las nuevas tecnologías, y en segundo lugar lo relacionan con la obtención de información para el estudio. Son las féminas las que más acceden a internet.
Según la mayoría de los adolescentes sondeados la posesión y uso de las tecnologías les genera felicidad e información actualizada. No es despreciable el grupo al que le genera un sentimiento de superioridad.
Sexualidad
Declaró tener pareja el 54 por ciento de los muchachos y el 45,9 por ciento de las muchachas. Es más frecuente tener pareja en las zonas urbanas de residencia. El elemento más señalado para seleccionar pareja es estar enamorados.
En los muchachos, como tendencia, sus relaciones se establecen con personas de menor edad. En las muchachas, en las edades 12 a 13 años y 14 a 15 seleccionan parejas más cercanas a su edad. En las edades de 16 a 19 años resulta llamativo que algunas describen tener parejas menores que ellas en edad y otras refieren relaciones con jóvenes, e incluso algunos adentrados en la adultez.
Se da un cambio frecuente de parejas, al igual que un inicio temprano de las relaciones sexuales y estas son más tempranas en las zonas urbanas. Cerca de la mitad de la muestra ha iniciado sus relaciones sexuales entre los 14 y 15 años.
La cuarta parte de la muestra de quienes iniciaron sus relaciones sexuales manifestó protegerse solo a veces, lo cual es más dramático entre los de 12 y 13 años. Las razones del inicio de las relaciones sexuales son por sentir placer, demostrarle amor a la pareja y para adquirir experiencia. Ello se evidencia más en los hombres y en las zonas semirrurales.
Personas más admiradas
En este caso son la madre, el padre y otro familiar (puede ser un tío cercano, el hermano o los abuelos), en ese orden. Otras son los artistas y los deportistas, personalidades internacionales en su mayoría.
Se refieren en el ámbito del deporte las figuras de Cristiano Ronaldo y Leonel Messi. También se destacan artistas como Jennifer López, Justin Bieber y Selena Gómez. No obstante, se señalan algunos artistas nacionales como Yomil, el Chacal o el Príncipe, exponentes del género reguetón.
Organizaciones estudiantiles y juveniles
Las motivaciones para involucrarse en las actividades que desarrollan la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y las organizaciones estudiantiles (Organización de Pioneros José Martí y Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media) están basadas esencialmente en que les gusta participar y es una forma de estar actualizados en temas relacionados con el país.
La mayoría de los adolescentes se sienten representados por las organizaciones; no obstante, como tendencia, en la medida en que aumenta la edad disminuye la proporción de estudiantes que se consideran representados por sus respectivas organizaciones. La no identificación con estas se asocia al tiempo que ocupa y dificultades en su funcionamiento.
Felicidad y orgullo de ser cubano
Manifiestan ser generalmente felices (81,7 por ciento) contrario al 12,1 por ciento de la muestra que expresa una cierta infelicidad. Las principales razones que señalan para ser felices hacen alusión a su sistema de relación (dígase familia y amigos), así como a la vivencia de emociones positivas.
La posibilidad de disfrutar de derechos ciudadanos como la salud, la educación, el trabajo y la recreación son otras de las razones que expresan los adolescentes para sentir felicidad.
Son estos mismos logros sociales la razón más importante que hace que los adolescentes se sientan orgullosos de ser cubanos. En la región occidental hay más adolescentes que dicen poseer este sentimiento. El valor más bajo se expresó en Villa Clara, donde el 37,1 por ciento de los adolescentes afirmó sentirse orgulloso de ser cubano.
El 43,1 por ciento de los adolescentes afirma ver satisfechas la mayoría de las necesidades materiales, mientras que el 36,2 por ciento admite tener satisfechas la mayoría de las espirituales. El 67,9 por ciento de los encuestados expresó sentirse bien en Cuba.
Trabajo
La familia desempeña un rol esencial en el desarrollo de las concepciones en torno al trabajo. La madre y el padre ejercen la mayor influencia en este sentido, seguido del ámbito escolar.
Predominan, por este orden, ideas relacionadas con el trabajo, como la satisfacción de necesidades materiales, la satisfacción espiritual, aplicación de conocimientos, superación, deber social u otras cualidades morales.
Se observa que aquellos cuyos progenitores laboran en entidades estatales son los que dan mayor prioridad a las posibilidades de superación y desarrollo profesional, mientras que los hijos de cuentapropistas son los que priorizan más que se les permita ganar bastante dinero y viajar al extranjero.
Las principales insatisfacciones que afectan a los sondeados tras su inserción laboral están relacionadas con la poca orientación y la formalización de los procesos de entrenamiento para la labor que desempeñarán. Cifras importantes de adolescentes regularmente no intercambian opiniones sobre este asunto con sus familiares, por ejemplo los que no estudian ni trabajan.
Bajo la sombrilla de la flexibilización y ampliación del trabajo por cuenta propia ha proliferado la práctica de contratar informalmente —generalmente por cortos períodos de tiempo o de manera ocasional— a personas que no se registran como está previsto en el sistema. Los resultados de este estudio revelan la participación de adolescentes en esa práctica.