La primera secretaria de la UJC presenta el informe central del IX Congreso. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 04:55 pm
El socialismo es la única perspectiva de desarrollo, justicia social y democracia para Cuba, afirmó en su presentación del Informe Central al IX Congreso, Liudmila Álamo Dueñas, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas.
La reunión nacional concluye hoy en el Palacio de las Convenciones de La Habana, con la presencia del presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz.
La dirigente juvenil caracterizó estas jornadas como el cierre de un ciclo en el trabajo de la organización, la cual —señaló— ha de mantenerse en la avanzada de las nuevas generaciones y abarcar a los más amplios sectores de la juventud.
Entre el congreso anterior y este, informó, los ejes de discusión estuvieron centrados en evaluar la participación activa de los jóvenes en la defensa, el empleo juvenil, la recreación y el tiempo libre y la atención a las organizaciones estudiantiles, entre otros.
Apuntó que en este período, a partir del reordenamiento institucional que se está produciendo en el país, programas y proyectos que estuvieron a cargo de la UJC pasaron a ser dirigidos y administrados por los organismos y ministerios afines a esas actividades. Esta acertada decisión —señaló—permitió a la organización concentrar esfuerzos y recursos humanos en la labor de intercambio y formación de niños y jóvenes.
En un análisis sobre la vida interna, exhortó a lograr un funcionamiento efectivo y real, sin reuniones formales, rutinas y burocratismos. Esto —dijo— permitirá superar dificultades y analizar los problemas de la organización, así como elevar la capacidad de convocatoria, el aporte y la eficiencia.
Unidad vs.subversión
Al analizar manifestaciones de egoísmo e indisciplina social entre algunos segmentos minoritarios, como resultado de los duros años del período especial, la Primera Secretaria de la UJC también exhortó a enfrentar de forma enérgica manifestaciones de doble moral, falta de combatividad ante lo mal hecho y expectativas de vivir cómodamente sin trabajar, o acumular riquezas que nada tienen que ver con el sacrificio personal.
«Estas y otras conductas, como la desobediencia de las leyes, la apatía, el consumismo y la desmovilización, provocan deformaciones, causando la aparición de costumbres y hábitos contrapuestos al desarrollo de valores consustanciales al socialismo», dijo.
También alertó que en la actualidad se está produciendo un incremento en la escalada subversiva contra el país, dirigida principalmente a los jóvenes, y cuyo principal objetivo es quebrar la unidad, sembrar la duda, modificar patrones de conducta, promover el individualismo y el hipercriticismo.
Vida laboral: escuela de cuadros
La dirigente juvenil también se refirió a la actual estrategia de la UJC en la captación, preparación, formación y promoción de la reserva de cuadros profesionales, la cual ha mantenido como requisito que para ser dirigente profesional ha de tenerse como mínimo cinco años de experiencia laboral vinculado a un centro de la producción, la docencia o los servicios.
Este proceso, dijo, ha constituido una vía eficaz par «lograr la preparación integral que se necesita»; no obstante, reconoció que este no ha estado exento de deficiencias, por lo cual llamó a trabajar rigurosamente para impedir que se distorsionen los principios y objetivos de esta política.
«Nuestros dirigentes —añadió— precisan de un arsenal mayor de argumentos, perfeccionar y ampliar los métodos de trabajo, desarrollar capacidades para transformar los problemas a los que se enfrentan y asumir el rol de verdaderos conductores y protagonistas».
Espacio al comité de base
En el informe central al IX Congreso de la UJC también se sitúa a los comités de base como el espacio de discusión por excelencia, de manera tal que permita resolver los problemas, tomar decisiones, esclarecer conceptos y formar una actitud militante en los jóvenes mediante el cumplimiento de tareas.
«Constituye una escuela en la que el ejercicio de la crítica y la autocrítica, unido a la combatividad y la ejemplaridad de sus miembros, debe resultar una constante. El diálogo ha de ser abierto, franco, en el que expongan argumentos y propongan soluciones», indicó Liudmila.
Trabajo, sinónimo de riqueza
Dignificar y reconocer el trabajo como fuente insustituible de riquezas y único camino para salir adelante, es una de las prioridades de la UJC en el nuevo período, por lo que Álamo Dueñas llamó a la militancia a jugar un papel protagónico en la incorporación a la producción de alimentos, la sustitución de importaciones y el incremento de los bienes exportables.
«Asumimos el compromiso —dijo— de hacer, de dignificar a los que trabajan para el bien social, a los que producen y aportan, desde el lugar que les corresponde, sin claudicar frente a las amenazas imperiales y de los mercenarios que le hacen el juego.»