Los especialistas consideran muy compleja la tarea e intentan salvar todo lo recuperable de esa instalación deportiva que se derrumbó esta semana
MATANZAS.— El desolador panorama de las áreas destruidas del Ateneo Deportivo Aurelio Janet impresiona todavía a casi una semana del suceso. Este sábado comenzaron las labores de demolición de las losas spiroll que servían de cubierta.
Orlando Santos, gruero con 29 años de experiencia en dicha labor, emplea una pera de hierro de cuatro toneladas de peso para derrumbar los restos del techo: «Es difícil, solo mira el trabajo que se pasa para demoler esto».
Cada garrotazo de la pera contra las lozas estremece hasta la tierra, hay mucho polvo en el ambiente, calles cerradas al tráfico vehicular y de peatones, operarios de oxicorte rescatando puertas, bomberos que sacaban el aro de baloncesto que escapó a la terrible destrucción; y ruidos que provocan la caída de los fragmentos de concreto, no tan ensordecedores como los trágicos del pasado lunes.
La grúa Kato de 80 toneladas se averió con los primeros impactos de la pera contra las losas. Pero urgían las soluciones. Pasó un tiempo; sin embargo, volvió a su batallar. Muchas personas están al tanto de cada detalle.
Salvar todo lo recuperableYa se decidió desmontar todo lo que quedó en pie, que fueron tres luces de la estructura metálica uno, cuatro y cinco; y a partir de ahí con la misma secuencia que se utilizó en el montaje original en 1976-77 ir desmontándola y acopiándola en un lugar cercano. Luego establecer un procedimiento para su mantenimiento y el rescate de los elementos útiles.
«El objetivo es aprovechar al máximo la estructura y comenzar un rediseño con el objetivo de techar el ateneo en un futuro, pero tratando de utilizar la menor cantidad posible de recursos extras a los que tenemos aquí», afirma a este diario Jorge Luis Hernández, director general de la Empresa de Proyectos, Arquitectura e Ingeniería de Matanzas (EMPAI).
«Desde que comenzó el desastre estamos al frente de un equipo técnico que está encargado, junto con la dirección de instrucción del MININT (criminalística), de hacer un dictamen final para esclarecer las causas por las que ocurrió», explica.
Después del incidente y de activarse el Consejo de Defensa provincial, este grupo de trabajo pretende evaluar los motivos del derrumbe y ordenar los pasos para el desmontaje de la armazón metálica.
Previo al comienzo de los trabajos debía mediar un tiempo para un grupo de análisis y de cálculos, en función de garantizar primero la seguridad del personal que trabajaría, y de establecer un orden lógico a partir de lo que existía en el lugar para empezar a desarmar toda la estructura.
«Nos hemos demorado porque estaba húmeda, en un momento difícil para liquidar un grupo de tensiones que tenía», dice Hernández.
Este sábado se demolía una de las luces de la cubierta: «Todo lo que pueda ocurrir es impredecible, aunque estamos preparados para enfrentarlo, pues después que se demuela la estructura, se va a reforzar para poder quitar el escombro que queda encima, limitar el área más específica para empezar a trabajar con los equipos de carga.
«Pretendemos aprovechar las partes que se puedan, con un nuevo diseño, pero eso todavía no lo sabemos, porque no estamos seguros, depende de cómo queden los materiales después que se demuela».
Reto a la ingeniería«Ahora lo que nos toca a nosotros los técnicos es imponernos el reto de hacer una estructura más duradera con lo que nos queda, más ligera y garantizarla en un mediato tiempo. Una tarea titánica, difícil, pero es un reto para los ingenieros», manifiesta Hernández, mientras recorremos los alrededores.
La cubierta del ateneo medía aproximadamente 45 metros de ancho, por 48 metros de largo, y cerca de 15 metros de altura; con decenas de toneladas de peso entre el de las lozas y el de los perfiles metálicos.
Los especialistas especifican que se aprecian afectaciones considerables, no solo en la parte superior del edificio, sobre todo en el ala techada de la derecha del ateneo, opuesto al bloque logístico y el comedor; también una batería de gradas se encuentra totalmente colapsada, al caerle encima toda la cubierta. «Es uno de los elementos a tener en cuenta, ya están evaluadas con seguridad, hay secciones de gradas demolidas por el impacto».
Hay oficinas totalmente colapsadas: todas las del área de recursos humanos, de la dirección del centro. Todavía está atrapada en los escombros toda la documentación legal de la instalación.
En estas inusuales labores trabaja un grupo operativo de la ECOI 9, del Grupo Empresarial de la Construcción de Matanzas; CUBIZA, grupo de izaje que está en la provincia, y al frente de todos está la dirección del MICONS provincial.
De la EMPAI hay tres compañeros que llevan, junto a la dirección del MININT, el dictamen, el asesoramiento y son los encargados de rescatar, rediseñar y proyectar la nueva armadura que se hará en el ateneo.
En el dictamen técnico han estado, por la EMPAI el ingeniero Pedro Antonio Hernández, director técnico y especialista en estructuras; y los másteres ingenieros Héctor Alfonso, especialista principal, y Juan José Cruz, especialista en estructuras y cubierta, respectivamente.
Demoler también es complejoA veces uno piensa que edificar algo nuevo es más engorroso, como apropiándonos del dicho de que para abajo todos los santos ayudan. El trabajo del ateneo fue complejo cuando se construyó y, paradójicamente, también lo es ahora durante su demolición.
«Esto es algo atípico, que no se puede predecir, debemos írnosla ingeniando a medida que la estructura se esté evaluando diariamente, cómo se puede ir rescatando y desmontando», comenta Hernández, quien señala que es un trabajo complejo.
Este fin de semana se tratará de demoler los porticos de hormigón que están en pie. Una vez que se deshabilite el hormigón de encima de la armazón metálica el trabajo ya sería secuencial, con un cronograma.
El esencial mantenimientoEl ateneo contaba con una estructura metálica que soportaba la cubierta de lozas, entre luz y luz, impermeabilizadas con los materiales tradicionales. Existen similares en el país, como la de Santiago de Cuba. Es un proyecto típico que se hizo en los años 75, 76 y 77, y se implantó en Matanzas y Santiago de Cuba.
«El mantenimiento a este tipo de estructuras metálicas es primordial. Los técnicos hacemos un llamado a continuar perfeccionando este sistema, no solo de ejecución, sino de mantenimiento en el tiempo, ya que Cuba es una Isla asediada por el aerosol marino, y esto evidentemente trae consigo un acelerado deterioro de los perfiles metálicos, que a la larga incide en la vida útil de las instalaciones».
—¿Es cierto que los proyectistas del ateneo fueron soviéticos?
—No, este es un proyecto del cubano Doctor Ingeniero Maximiliano Isoba, quien falleció hace unos años y es considerado uno de los principales especialistas del país en este tipo de diseño. Su obra constituye un legado. Fue una estructura bien concebida, bien diseñada, con todos los elementos de seguridad, lo que sucede es que el tiempo es implacable.
Desde el primer momento las autoridades de la provincia se han ocupado, chequean, no se ha hecho nada inconsulto, todo tiene que ser avalado, identificado y con la justificación técnica que requiere.
La EMPAI ha estado al frente de la tarea en lo que respecta a la parte y el dictamen técnicos.
Continúa curso de atletasEl proceso docente educativo de los atletas no se ha paralizado ante el desastre del ateneo, pues se adoptaron inmediatamente medidas para contrarrestar las molestias.
Así, las 56 niñas cuyos albergues fueron destruidos han sido trasladadas hacia las instalaciones de la piscina contigua; mientras que los varones pernoctan ahora en las edificaciones del estadio Palmar de Junco (Monumento Nacional).
En el ateneo se practicaban seis deportes, entre ellos dos categorías de baloncesto e igual número de voleibol, los cuales entrenan en la EIDE matancera. Igualmente la cocina fue trasladada hacia el Palmar de Junco. Esperemos que en plazos razonables debido a la magnitud de lo sucedido, la provincia vuelva a contar con un ateneo que acoja los principales eventos del territorio y contribuya a la preparación de nuestros deportistas.