Restos de uno de los manatíes ultimados en las últimas 48 horas. ENCRUCIJADA, Villa Clara.— Más indignación que sorpresa causó el hallazgo de dos manatíes muertos en las ultimas 48 horas en la Bahía de Nazábal, en este municipio, donde en los últimos años se repite esta situación sin que hasta ahora se hayan esclarecido totalmente las causas.
Desde el 2001 hasta la fecha 11 mamíferos de esa especie fueron ultimados, diez de estos en la bahía referida con anterioridad, y casi la totalidad descuartizados, signo evidente de que fueron capturados para aprovechar sus carnes para el consumo.
Daniel Ferrer Broche, director de la Estación Biológica Manatí del Refugio de Fauna Lanzanillo-Pajonal Fragoso, confirmó a JR que ahora a un joven ejemplar muerto, de unas 500 libras, solo le dejaron la cabeza, la cola y el espinazo.
Las evidencias indican que las trampas de la muerte son las artes de pesca donde quedan atrapados los mamíferos. Estos pueden ahogarse si no salen a respirar a la superficie o luego de capturados resultan rematados.
Para eliminar esa posibilidad, la Empresa de Flora y Fauna en Villa Clara, a través del Centro Nacional de Áreas Protegidas, presentó hace dos años un proyecto al Ministerio de la Industria Pesquera para prohibir la extracción de peces con redes de arrastre en las zonas donde está confirmada la presencia de manatíes.
Pero según José Antonio Santos Mariño, subdirector Técnico de la entidad de Flora y Fauna en la provincia, hasta ahora no han aprobado esa iniciativa que trata de proteger a esa especie en peligro de extinción.
Los especialistas, ante la situación que existe en la Bahía de Nazábal, insisten en la necesidad de su cuidado y protección, por su baja tasa de reproducción, la destrucción de su hábitat y la caza furtiva.
Como parte de la labor preventiva la entidad acomete también tareas de educación ambiental en las comunidades pesqueras, a fin de divulgar las características de esa especie y de que sea cada vez más protegida.
La Bahía de Nazábal resulta la de mayor presencia en Villa Clara de este animal, que habita en mares pocos profundos donde existe agua dulce y abundante pasto marino, y que puede encontrarse en la costa del Caribe, así como en el continente sudamericano, desde México hasta el norte de Brasil.
En Cuba se les localiza en casi todas sus costas, pero las de más concentración son las del Archipiélago Sabana Camagüey, la desembocadura del Río Cauto, en el sur de Las Tunas, y en Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, la Ciénaga de Zapata y al sur y norte de Pinar del Río.