Acuse de recibo
El pasado 26 de febrero, desde La Habana María Julia Galdo contó que, en agosto de 2020, desde Estados Unidos su hijo le envió seis paquetes, de los que solo recibió cuatro en enero de 2021. En el correo de la Villa Panamericana le indicaron rastrear los paquetes con la aplicación de Correos de Cuba. Y al consultar, respondía: No existen envíos con esos códigos. En el correo respondían que esos envíos no aparecían en el sistema.
En Estados Unidos su hijo llamó a la compañía con la que hizo los envíos, y le dijeron que desde septiembre de 2020 los seis estaban aquí. Ella Llamó varias veces a Correos de Cuba y decían que debía seguir esperando…
Responde Zoraya Bravo Fuentes, directora adjunta de la Empresa de Mensajería y Cambio Internacional (EMCI) del Grupo Empresarial Correos de Cuba (GECC), que visitaron a María y le explicaron el proceso realizado. Al publicarse la queja ya los dos envíos estaban clasificados para su destino.
Posteriormente se los entregaron. No estaban perdidos: Se impusieron en origen el mismo día, pero no vinieron desde Panamá en el mismo contenedor. Todos no pudieron llegar al mismo tiempo. Y ella quedó satisfecha con la respuesta y las explicaciones recibidas.
La COVID-19, dice, ha sido un desafío para Correos de Cuba. Desde mediados de 2020 aumentaron mucho los envíos al país emitidos por operadores privados en el exterior, fundamentalmente por mar, con alimentos, aseo y medicinas. Y los operadores en Estados Unidos, al no tener relación contractual con la EMCI, subcontratan el servicio por mar con agencias radicadas en Panamá y otros países caribeños que tienen contrato con esta. Además, otros operadores cubanos que gestionan paquetería (Cubapack, Palco, Cubanacán Express y Aerovaradero) en este período limitaron o detuvieron su servicio. Y, unido al impacto de la pandemia, influyó el aumento sostenido del tráfico de paquetería.
La infraestructura de Correos de Cuba, añade, tiene una capacidad de procesamiento, distribución y entrega menor al volumen de paquetería en este período, incluyendo la actividad de transportación que enlaza la red postal nacional, sobre todo por limitaciones con el combustible asignado, como consecuencia del bloqueo. Hay atrasos en la extracción de contenedores del puerto del Mariel, que abarcan 70 días desde la llegada a esa terminal hasta su traslado hacia las plantas de procesamiento. Y hay demoras en transportación, distribución y entrega de los envíos en la EMCI y las empresas de Correos.
Y el tiempo de transportación de los contenedores por mar desde sus orígenes hacia Cuba, las estancias en terminales portuarias de tránsito hasta que llegan al país, y luego en el puerto del Mariel hasta que se extraen, han afectado contenidos sensibles en la paquetería: derrames que inciden en el deterioro de las etiquetas que describen los datos de los destinatarios, el remitente y códigos de envíos.
Ello ha hecho no distribuible una cifra respetable de paquetes, cuando ya han sido registrados en el sistema informático de Correos de Cuba, al generarse reclamos por demoras y pérdidas, que se tramitan con los operadores de origen en la búsqueda de solución o respuesta a cada caso.
Para enfrentar esos desafíos, dice, la estrategia a corto plazo es aumentar el régimen laboral de ocho a 12 horas diarias en las plantas de procesamiento; e incrementar las capacidades con la solicitud a la Aduana General de la República de un nuevo depósito temporal interior en la EMCI, para tramitar 120 toneladas mensuales.
Se adquirieron piezas de repuesto, se activó el equipamiento técnico de rayos X detenido por roturas, y se adquirió otro nuevo para las plantas de la EMCI. Aumentaron los puestos de trabajo en las plantas de la EMCI a partir de la reparación de medios de pesaje, monitores táctiles y PC. Se contrató con la Empresa Transcontenedores la transportación de cargas de paquetería para el oriente del país, y se regularizó la dirigida hacia occidente y centro con el combustible asignado. Ello permitirá antes de concluir abril tramitar los contenedores pendientes de procesamiento que entraron al país hasta febrero.
Y a mediano y largo plazos se prevé incrementar la capacidad operacional en las plantas de la EMCI, con un proyecto de inversión extranjera para automatizar todos los procesos operacionales; así como la creación de dos centros regionales de clasificación en el centro y el oriente del país, y ampliar las capacidades de los centros de clasificación postal provinciales y los centros de distribución domiciliaria municipales, concluye.