E.M.: Tengo un hijo de 18 años que es homosexual, y su pareja lo presiona para tener relaciones sexuales. Él aún no ha tenido su primera vez. Me pide que lo aconseje, pero no sé qué decirle. Me gustaría que trataran sobre los derechos o leyes que amparan a las personas que pertenecen a la comunidad homosexual (LGBT). Soy una madre de 45 años.
Si su hijo fuese acosado, violentado o agredido podría solicitarse la intervención de la justicia, aplicable con independencia de la orientación sexual de los implicados. Es él quien elije continuar la relación con quien le pide, pero espera. Si ha podido evitar la presión, podrían ser otros los asuntos que lo hacen dudar respecto a su primera vez. Sería de ayuda que reconozca cuál es su deseo, cuáles sus temores, cuáles sus ideas respecto a cómo actuar.
En cuanto a la solicitud de consejo, habría que reflexionar qué espera él y qué puede estar demandando más allá del consejo que pide: ¿amor, aprobación, atención, acompañamiento…? Desde la posición parental queremos resolver los «problemas» de los hijos y vivirlos como nuestros, cuando no lo son, y además podemos tomar decisiones contrarias a sus intereses, porque no estamos implicados en la situación como ellos y no entendemos cuál puede ser su satisfacción con aquello que le resulta difícil de resolver, aunque la solución parezca evidente.
Su hijo continúa con esa persona, y de algún modo se está preguntando por el paso de las prácticas eróticas de hoy a otras que puede —o no— desear y le están pidiendo. Esas respuestas las irá encontrando él, y usted puede estar ahí cuando él precise, para que se sienta ayudado si vuelve a comentarle sus problemas. Sugerirle una consulta psicológica es una opción cuando no sepa qué decir.
Mariela Rodríguez Méndez. Máster en Psicología Clínica