¿Cómo funciona la red social de microblogging más popular del mundo?
No pocos lectores de Juventud Rebelde, vecinos, familiares y amigos me han hecho esta pregunta: «¿Qué “cosa” es el Twitter ese que tiene Díaz-Canel?».
La apertura de una cuenta oficial en esta red social por parte del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, suscita la curiosidad de muchos en un país donde han calado más sitios digitales sociales de otro tipo, como Facebook y YouTube.
Por eso esta vez repasaremos las características que distinguen a Twitter como plaza pública global, y acaso muchos se «embullen» a crearse una cuenta, funcionalidad que recientemente ha sido abierta para Cuba.
Para comprender algo, es importante saber de dónde viene. Regresemos 12 años en el tiempo. Las redes sociales todavía no son de uso masivo. Ni siquiera ha aparecido el primer teléfono inteligente. MySpace se erige como el sitio de confluencia global en internet, aunque ya en algunas universidades de Estados Unidos los estudiantes interactúan con Facebook, herramienta de comunicación amigable que permite el acercamiento digital entre personas distantes físicamente.
Está de moda, además, bloguear. La explosión de los sitios personales en internet, donde las personas cuentan desde sus perspectivas el mundo que les rodea, es muy grande en términos cuantitativos. En medio de ese contexto nace Twitter. Es marzo de 2006 y surge como una red social de microblogging. Permite postear hasta 140 caracteres, con espacios incluidos. Es como lanzar un pensamiento breve, de forma pública. Un blog en miniatura.
Twitter difiere, además, de redes sociales en las que uno agrega «amigos», condición que requiere de la aceptación del otro para visualizar sus publicaciones. En su caso todo es público y el usuario consumirá el contenido de aquellos a quienes siga.
Lo que se redacte y tuitee —el término será reconocido luego por la Real Academia Española—, se dice al mundo. Existe, por supuesto, la opción de hacer los tuits privados, aunque realmente la mayoría de los usuarios no emplean esta funcionalidad.
La brevedad de Twitter viene dada porque fue pensada como una plataforma de mensajes con la misma extensión promedio de los SMS, formato más popular en el momento de su surgimiento.
Personalidades como el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, son usuarios de Twitter.
Ni siquiera permitía Twitter adjuntar una foto o un video en sus primeros años de creado. Las endebles conexiones a internet —mucho más lentas comparadas con las actuales— fueron perfectas para esta plataforma, que se convirtió en un canal de actualización constante de lo que acontecía y acontece con un requerimiento menor de ancho de banda.
Por iniciativa de los mismos usuarios surgieron luego los hashtags, una marca singular para esta red social. Se trata de etiquetas antecedidas del símbolo de número (#) creadas en 1993 para Internet Relay Chat, un protocolo de comunicación muy popular en los años 90, que permite seguir un tema. Twitter capitalizó la idea y creó las tendencias a partir de los hashtags, funcionalidad que brinda a los usuarios una lista de las diez etiquetas más usadas. Es en esta época inicial cuando, además, Justin Bieber causaba furor entre la adolescencia mundial y su nombre, asociado a algún hashtag, casi nunca salía de entre los diez primeros.
Twitter se destaca por usar marcadores únicos como las menciones y los hashtags.
Twitter, en la medida en que creció, ajustó su algoritmo para el seguimiento de las etiquetas, y ahora permite no solo mostrar las tendencias globales, sino que también brinda opciones por zona geográfica (país, Estado, provincia, etc.), especialmente en aquellos países donde tiene más usuarios.
Para crearse una cuenta en Twitter lo único que se necesita es un correo electrónico, o un número telefónico celular. El usuario puede registrarse en la dirección twitter.com. Una vez creada la cuenta, la red social ofrecerá opciones de seguimiento a usuarios ya existentes, generalmente personalidades o instituciones famosas, para que la pantalla principal, conocida como feed, se alimente de los mensajes creados por ellos.
Si la cuenta no se protege de miradas externas, todo lo que se escriba y publique en Twitter es público.
Twitter permite, además, tener a las principales figuras mundiales —políticos, deportistas y artistas, entre otros—, al alcance de un clic. Ello es gracias a la función de la mención. Si un usuario desea enviar un mensaje a otro de forma pública, puede hacerlo usando la arroba (@), seguido del nombre de usuario.
Si al inicio los mensajes eran solo de 140 caracteres, hace un tiempo Twitter los amplió a 280, y ahora no cuenta espacios cuando un usuario comparte un mensaje que tenga un enlace a algún sitio web. Asimismo, es posible adjuntar fotos y un video corto a los tuits.
Twitter está disponible como aplicación en iOS y Android, y sus más de 300 millones de usuarios activos, según datos brindados por la compañía, acceden de forma mayoritaria a través de esos sistemas operativos.
Un dato importante es que si una cuenta tiene un ícono azul junto al nombre del usuario, significa que la cuenta está verificada y certificada por la compañía, por tanto es oficial. Ello aplica tanto para las personas naturales como para las instituciones.
En cuanto a Cuba, no solo el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez tiene presencia en Twitter, con su cuenta @DiazCanelB. Múltiples son las personalidades e instituciones de la vida pública nacional que se han sumado y se siguen sumando a esta plataforma conversacional, como el presidente de la Sociedad Cultural José Martí y director de la Oficina del Programa Martiano, Abel Prieto (@AbelPrieto11), el ministro de Salud, José Ángel Portal Miranda (@japortalmiranda), ministerios como el de Relaciones Exteriores (@CubaMinrex) o la Unión de Jóvenes Comunistas (@UJCuba), por solo mencionar algunas.
La experiencia que brinda esta red social es única, pues lo último que se cuece en el mundo es comentado en tiempo real a través de millones de mensajes, así que se ha convertido en una valiosa herramienta no solo para informar, sino para informarse. Por supuesto, eso dependerá de los usuarios que sigamos.
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