«Hay muchos ingredientes que conforman un cierto y aparente desinterés de la gente por la poesía, pero por un lado está el más elemental de todos, que la poesía no está en los circuitos comerciales de las editoriales. Y eso que aparentemente está en contra de la poesía le da un gran beneficio, pues el poeta no escribe para la edición inmediata y, en esa medida, es de más lenta digestión que las novelas, pues ya no se publica ni cuento ni ensayo; casi se privatiza la idea de que un editor debe solo publicar novelas. Y las novelas en la mayor parte de los jóvenes en América Latina, y en lo que yo conozco, hacen un tránsito casi inmediato de la edición al olvido», declaró este agosto el notable poeta colombiano Juan Manuel Roca a la página cultural del diario mexicano Milenio.